Metal y satén
Tete Novoa presentó ante el público y los numerosos medios de comunicación presentes “TTN”, su primer disco en solitario. Un trabajo muy personal, donde ha descargado toda su creatividad, dando rienda suelta a sus instintos más particulares e íntimos. Esta aventura que acaba de emprender, le ha granjeado la animadversión de los sectores más radicales del metal patrio, que aún no acaban de entender la ambigüedad entre el metal más potente, y la melodía más ferviente. En mi opinión, no hay nada que entender. Se explica por sí mismo. Canciones perfectas de métrica, planos de voz poderosos, y guitarras enérgicas. Quizá haya querido encontrarse a sí mismo a través de unos temas cargados de intencionalidad, muy personales, que gustan al público, y que los disfrutan. De eso se trata. Un éxito total. Y la demostración de mis palabras, la constata una Sala Arena llena, y un público fiel que se entregó desde el primer acorde. Un despliegue de virtuosismo vocal de primer orden, y un show potente, apoyado por colaboraciones de lujo. Metal y satén.
Es incuestionable que Tete Novoa es un vocalista imponente, con una imagen impecable. A saber, un cuerpo escultural y una voz definida, un despliegue de recursos vocales cargados de matices, giros inesperados y mucha potencia. Sabe adueñarse del escenario, y mantener la intensidad durante todo el set list, dando muestras constantes de profesionalidad, y sobre todo, disfrutando, conectando con la audiencia de manera instantánea. Esta transmisión, produce un efecto tan imponente, que los fans se vuelven pasionales. Habría que destacar el sonido impecable de una banda que suena compacta, milimétrica, y que ha entendido a la perfección el alcance de este proyecto. Estuvo apoyado por los amigos, Oscar Sancho y su potente voz, esa actitud heavy que sobrecoge, Pacho Brea (Ankara), Niko del Hierro, compañero de filas en Saratoga, el diabólico guitarrista Manuel Seoane (Burning Kingdon) y otros muchos. Su trayectoria comenzó en 1.998 en la banda Shaigon, con los que militó durante ocho años, hasta que Niko del Hierro lo llama para sustituir a Leo Jiménez al frente de Saratoga, una de las bandas esenciales del heavy metal patrio. Dio un repaso a su nuevo disco, con guiños a Saratoga y Shaigon, y ofreció una imagen inmejorable, lo que me hace pensar en que su carrera será, sin duda, de largo recorrido. En cualquier caso, nadie podrá negarle el atributo de haber realizado uno de sus sueños, publicar un trabajo sólido, cargado de AOR, de rock en mayúsculas, y con una definición exquisita. Por tanto, se ganó el respeto de un público variopinto, factor primordial para que una carrera se mantenga vigente a lo largo del tiempo, y sobre todo, encontró el punto intermedio entre el virtuosismo y la humildad, entre el poder vocal y el sentimiento más audaz.
CHEMA GRANADOS