Segunda vez que podíamos ver a Radiocrimen en directo, presentando en esta ocasión su nuevo disco “Antecedentes”, y siguen frescos, directos, y con esa insolencia y mala oxtia propia del mejor punk facturado en nuestro país en los años ochenta, y que bebían del punk más clásico, el que realmente a muchos nos hace vibrar frente al prefabricado, que nos quieren vender multinacionales bajo la etiqueta de poetas y salva patrias. Aquí no hay poses, lo que uno se encuentra, es un derroche de energía brutal con temas directos, que son certeros como una cuchillada. Antes de meternos de lleno en el show de RadioCrimen, tenemos que hablar de los madrileños Anti-idols, que ya he tenido la oportunidad de verles un par de veces más, y que como me imaginaba, iban hacer una fantástica descarga, con temas de punk melódico que en muchas ocasiones, tiran por derroteros más de rock and roll, y que te pueden recordar a Social Distortion y otros más ochenteros, con la influencia de Comando 9mm o La Uvi, por citar dos ejemplos muy marcados (Manolo Uvi se subió esta noche con ellos al escenario con un tremendo “Equivocado”). La banda, tiene un disco del que nos regalaron una buena cantidad de temas, y desde luego, se defienden mejor que bien en directo, comenzando con canciones como “Preso” o “Nuclear” en la primera parte del set, y la intensidad no baja ni un ápice. Muy buena banda, que además, contaba con la nueva incorporación de Gabino a la batería desconocido para mí, pero en directo es una gran baza) y David a la guitarra (Faber Pugna, Ignotus, La Banda del destierro, entre muchos otros) que también le da su toque particular a los sonidos de las guitarras. ”Contra el muro” me sigue gustando cada vez más, no se decir por qué, quizás por la buena dosis de rabia que lleva…o yo siento) y por supuesto “Mil Golpes”. Cada vez van cogiendo más peso sobre un escenario, y es una banda que uno no puede perder de vista.
Con las tres puñaladas de «Lágrimas de carretera», «Vomitaré» y «Bala Perdida», el despliegue de fuerza por parte de la banda fue muy grande, lo que hizo dejarnos a todos con la boca absolutamente abierta, una sensación de aceleración, e ir a toda la velocidad enorme, es que es uno de los factores que más me gustan de la banda en directo, ya que hacen que tu cabeza no pare de moverse, al igual que sentir una descarga eléctrica por todo el cuerpo. Todos los miembros de la banda son responsables del resultado final, y llevan un peso importante sobre el escenario, pero Txarly Usher, es quizás, el que se lleva todas las miradas, ya que cualquier escenario se le hace pequeño, y desprende al cantar rabia y mala hostia, con unas letras destinadas a clavarse como puñales. «Amar mata», es salvaje como el incendiario «Contenedores», que te alteran y calientan la sangre en las venas. Velocidad demencial que mantiene la frescura, y ese toque salvaje, que hace de la banda lo que es Radiocrimen, con un set list con temas de sus dos discos, que encajan perfectamente entre sí como piezas de un puzzle, independientemente de la posición, o momento donde suenen, como es el caso de la desquiciante «Mis demonios», que todos en algún momento, tenemos que sacar fuera de nuestra mente, o «Control», junto a «Todo el que manda» están destinados a tocar un poco la fibra, rebelarse, y tocar las narices, ante nuestras fuerzas policiales y políticos. Un total de veintitrés temas nos suenan en directo, puro punk rock para inyectárselo directamente a la vena.
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS: CHARLY ROCK AND ROLL