No compres, adopta. Y si no puedes, apadrina.
Un nutrido elenco de bandas se unieron desinteresadamente en torno a una causa común: la protección de los animales y su bienestar. Esta labor, tan despreciada por gobernantes y sociedad en general, es una labor que debería estar más respaldada; es más, debería ser una labor asumida y valorada en cualquier sociedad civilizada, y que, desgraciadamente, pasa desapercibida. Afortunadamente, solo para una parte de la sociedad, seguramente para la mayoría, pero no para otra parte de personas que, movidos e inspirados por un amor impagable hacia los animales, lucha por su supervivencia y su atención, ajenos al inexplicable rechazo generalizado. Bajo el auspicio de la Asociación Alba, -una protectora de animales cuya misión es la búsqueda de hogar para los animales abandonados-, y con la producción de Jesús Puente “Conan” a la sazón, miembro de Alba y cantante de la banda Santos Y Pecadores, diez bandas se dieron cita sobre el escenario de la Sala Web Rock, en el corazón de Madrid, para recaudar fondos que posibiliten el mantenimiento de esta organización sin ánimo de lucro. Hay que destacar, la generosidad de unos músicos que actuaron sin cobrar caché, y que lo dieron todo sobre el entarimado, convirtiendo la noche en un vendaval imparable de sensaciones y de sentimientos. Una noche inolvidable, donde la cordialidad, el rock puro y duro, y ese amor sincero y generoso hacia el reino animal, fueron los ingredientes que posibilitaron que el show se convirtiera en una experiencia de mágicas impresiones. Extraordinaria la respuesta del público, que llenó prácticamente la Sala We Rock, y que se unió a la celebración con entrega y entusiasmo. Tras la presentación del evento, a cargo de la cantante Emi Gago, que desplegó su encanto majestuoso, y Paco Madrid, un reputado periodista y locutor de Radio Enlace, abrieron el turno de actuaciones Roma, una banda portentosa que practican una suerte de hard rock muy personal, comandados por el virtuoso y genial guitarrista Manuel Maestre, y cuya vocalista Nanny Verjel, aporta con su cromática voz la brillantez que redondea la calidad del combo, unido a una base rítmica de excepción a cargo de Daniel Redondo al bajo, y el imponente Oscar Chamorro a los parches. Roma se hicieron con el público desde el primer acorde, y dieron paso, brillantemente, a una descarga que hizo que removieron los rescoldos de nuestro interior. A reglón seguido, Emi Gago hizo lo propio, mostrándonos algunas canciones de su último disco, acompañado a la guitarra por Manuel Maestre. Es difícil sustraerse a ese endiablado encanto, con que Emi Gago compone sus canciones, y esa sensibilidad tan autentica, que trasmite en cada show. Sabe cómo trenzar con su voz, las emociones y los sentimientos, para dejarnos caer en un plácido colchón de placer. Sublime. A continuación, Gaby de Val, la vocalista de The Val, que se presentaba con una banda lujo, mostrándonos su vertiente más personal, a través de puñado de canciones intensas que nos trasportaron a otro mundo, con esa versatilidad tan propia. Esta apuesta me parece un gran acierto, y sirve, entre otras cosas, para cimentar la carrera de una artista con una trayectoria intachable. Santos Y Pecadores tomaron el relevo en el escenario, para descargar su potente rock & roll cargado de contundencia, ofreciendo un show que encandiló al público presente. Mucha fuerza y adrenalina juntas. Luego, Predicador, que con su rock oscuro rozando lo gótico, puso la nota tenebrosa de la noche. A continuación, Leonor Marchesi, acompañado por una banda de lujo, consiguió conectar con el público gracias a esos recursos vocales tan personales, que la han encumbrado como una de las mejores vocalistas femeninas del panorama estatal. La que fuera cantante en la legendaria banda Santa, mostró su cara más genial con cuatro canciones excelentes, para dar paso a Danger y su potente heavy metal contemporáneo, que sonaron como un cañonazo. Tras esta potente actuación, Chino Banzai aportó alguna pincelada de nostalgia, con canciones imperecederas que forman parte de la memoria colectiva. Se mostró poderoso, seguro de sí mismo, ofreciendo toda una lección magistral de potencia. Llegaba el turno de Bella Bestia una de las bandas más míticas de la capital del reino, y que han escrito algunas de las páginas más brillantes del heavy nacional. Hicieron lo propio, entusiasmar, luchar sobre el escenario, descargando todo ese potencial ochentero que llevan en las venas, intentando dar continuidad a un sonido muy marcadamente propio. Como colofón final, San Telmo, una banda de heavy y hard rock a partes iguales, comandada por el genial instrumentista, Fran Soler, que con su guitarra incombustible, nos ofreció una singular muestra de su genialidad. Fueron resolutivos, directos, imponentes, y se dejaron la piel en el escenario. Mucho ímpetu y mucho corazón. La noche terminaba al filo de la una de la madrugada, con un público satisfecho que disfruto de un gran espectáculo, y con la misión cumplida, de realizar una apuesta decidida por el sostenimiento y la protección de los animales. Quizá, la vida de ciudad y su frenético ritmo, nos impidan a veces reflexionar sobre los grandes y verdaderos problemas de la humanidad. Entre otros, el reino animal, y el valor que tienen estos seres en el desarrollo y la evolución del ser humano, porque ellos han aportado al hombre, y a las civilizaciones que escriben la historia de la humanidad, no solo compañía, equilibrio ecológico y productividad, sino amor, un amor marcadamente incondicional, cabal, que saben transmitir por medio de una osmosis emocional, que a veces, te doblega. Por tanto, alabar la labor de la Asociación Alba, que ofrece refugio y consuelo a estos animales, y que trata de encontrarlos un hogar para sus subsistencia. Por eso, todos debemos de concienciarlos de la importancia capital de los animales en nuestras vidas. Estamos obligados a respetarlos, a protegerlos, porque son parte de nuestras vidas. Quiero terminar esta crónica con una frase de Víctor Hugo, que en mi opinión, sirve para reflexionar sobre el valor de los animales en nuestras vidas: «…Uno vive por la realidad; uno existe por el ideal. ¿Queréis apreciar la diferencia? Los animales viven; el hombre existe…» Ya sabes, no compres ningún animal, adopta. Y si no puedes, apadrina.
CHEMA GRANADOS