En 2014 El Vicio del Duende pisó el freno y estacionó sin saber por cuánto tiempo. Un silencio total tanto a nivel compositivo, como en lo que se refiere a conciertos y redes sociales. Un silencio que inquietó a sus seguidores y que acabó provocando la llegada de gran cantidad de mensajes pidiendo su regreso a los escenarios y expresando el deseo de escuchar nuevas canciones. Pero el silencio continuaba. Mil días ha sido la condena que ha cumplido El Vicio del Duende. La ha cumplido sin hacer mucho ruido; de la misma forma que ha preparado su regreso, sin grandes anuncios, que sean las canciones las que hablen, esas que a lo largo de los años les han hecho sumar y sumar seguidores por todo el país. Este regreso llega en forma de adelanto del nuevo disco de El Vicio del Duende, grabado en los estudios Sonido XXI con Javier San Martín como productor. Un adelanto que habla de esos mil días de ausencia y lo hace con la melancolía y la sinceridad que siempre ha caracterizado a El Vicio del Duende. Abril ha sido el mes elegido para este regreso por todo lo que representa en la lírica del grupo y por todo lo que conlleva la llegada de la primavera con el nacimiento de una nueva etapa en la que el sol vuelve a brillar con fuerza.
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