Ayer noche una terrible noticia heló mi corazón. Una noticia recibida como un zarpazo, de esas noticias oscuras que te paralizan y que te doblegan. El músico Javi Ramone fallecía en Madrid víctima de un cáncer de pulmón. Javi era uno de los músicos más queridos de la escena madrileña, uno de esos músicos que irradian luz propia. Formó parte de varias bandas, y era un miembro activo de la comunidad underground de rockeros de Vallecas y de Madrid. Aunque yo no pertenecía al círculo de amistades íntimas de Javi, si nos conocíamos bien, y nos habíamos encontrado en numerosas ocasiones en los lugares donde mora la guerrilla rockera de la capital. El Hebe o el Gruta 77, las calles de Vallecas, o los conciertos de los compañeros. Su mirada límpida, y su sonrisa sempiterna eran un regalo para los sentidos, y sobre todo, su incombustible afabilidad que te impregnaba de forma inmediata. Era un músico que abrazó el rock & roll y el punk como manera de vivir, y además, un entusiasta convencido. Ahora, no puedo evitar recordar los momentos vividos junto a Javi Ramone, aquellas noches de barra de bar, de confidencias o de charlas en las que intentábamos recomponer el rock de nuestro país con ideas revolucionarias que cambiarían el curso de la historia. Siempre me llamaba maestro, pero el maestro era él; un maestro en humanidad, en gentileza y en autenticidad. Un hombre sin aristas ni dobleces. Descansará eternamente entre acordes, entre ensoñaciones punkies, y sobre todo, seguirá dando caña allá donde este. Lo que a uno le repugna es comprobar como la humanidad se autodestruye, corrompida por dirigentes que prefieren enriquecerse, construir armas de destrucción, financiar guerras y aniquilar los recursos de la naturaleza aníes que emprender la lucha decisiva que aniquile el mal más nefando de la humanidad: el cáncer. Javi era un ángel rockero con alma de diablo gentil que te recibía siempre con abrazo. Hoy solo puedo recordarle con palabras escritas en el silencio de la madrugada. Aunque siento, que ahora, las palabras no sirven para describir el afecto, el dolor, y recuerdo eterno de Javi. Solo el consuelo de que ha dejado una huella indeleble en nuestras almas. DEP Javi Ramone.
CHEMA GRANADOS