Josele Santiago es un artista impar, de los que no abundan. Tampoco resulta muy exagerado afirmar que, cuando lo hicieron, rompieron el molde. Hablamos de un músico extraordinario, dueño de una voz propia, capaz de acuñar un lenguaje característico. Un músico siempre comprometido con su trabajo, siempre a la búsqueda de nuevos argumentos y vías de expresión. Secundado por una banda de primera categoría y acompañado por invitados de lujo, el madrileño repasará su riquísima trayectoria en solitario –ya son cinco álbumes a su nombre– en la distancia corta del Teatro Conde Duque.
Un contexto idóneo para disfrutar de su magisterio compositivo y saborear canciones como “Un guardia civil”, “Ole papa”, “Fractales”, “Baile de los peces”, “El lobo”, “Magia negra”, “Mi prima y sus pinceles” o “Pensando no se llega a ná”, que el público ya ha convertido en himnos. Canciones concebidas sin ningún tipo de prejuicio genérico ni restricción estilística, que invitan a plantearse preguntas y cuestionan el estado de las cosas a través de la lírica sencilla aunque elocuente de Josele, uno de los compositores determinantes para el rock en castellano. Canciones esenciales. De las que perduran. De las que no se olvidan.
La obra de Josele Santiago (Madrid, 1965) es tan amplia como decisiva. Una verdadera referencia. Lleva más de 30 años en el tajo –es el cantante, guitarrista y principal compositor de Los Enemigos, faro ineludible de cualquier melómano criado por estos lares– pero no se duerme en los laureles y sigue cultivando en los surcos de una vocación poderosa, que le acompaña desde siempre. Durante las cuatro últimas décadas –con su grupo de toda la vida, que sigue en activo, o por cuenta propia– ha construido un repertorio ejemplar inspirado en el trabajo de los grandes maestros del rock de aquí y allí, aunque con una agradecida apertura de miras que le permite enriquecer su discurso, siempre sustantivo y emocionante.
CÉSAR LUQUERO-PRENSA JOSELE SANTIAGO
FOTOGRAFÍA: ALEX RADEMAKERS