Gritando En Silencio es un ejemplo evidente de la evolución que debe emprender un grupo de rock. Ya desde su primer disco “Contratiempo” la banda tuvo gran aceptación, en gran medida, porque ofrecían un proyecto diferenciador al resto de bandas. Han ido acumulando éxito gracias a su tesón y su trabajo bien esquematizado, aunque también, hay algún elemento pasional de por medio. Con su último trabajo, “Material Inflamable” no solo han cimentado todo su éxito, sino que, además, se han adentrado en territorios del hard rock más clásico con excelentes resultados. Un disco muy bien elaborado y un planteamiento que ha sorprendido a todo el mundo. Por tanto, su descarga de Madrid ya vaticinaba que se iba a convertir en todo un acontecimiento. Y las expectativas no se vieron defraudadas, ya que ofrecieron un gran concierto y llenaron la Sala But que tiene un aforo para 1.500 personas. Todo un logro, que en estos tipos difíciles para la industria del rock es un éxito rotundo. Abrieron la noche los madrileños Kamikazes, una banda que ha surgido de las cenizas de Carroña, y que acaban de grabar su primer larga duración en los Estudios El Sótano con la producción de Iker Piedrafita. Ofrecieron un show intenso basado en su rock urbano potente con retazos de punk enfierecido, y supieron hacerse con el público que iba completando poco a poco el aforo. Dieron una imagen excelente y no defraudaron a nadie. A las nueve en punto, los sevillanos Gritando en Silencio comparecían sobre el escenario con los acordes de “Mi último Cartucho” el tema que abre su nuevo disco. La sala repleta les recibió con total algarabía, lo que facilitó que la banda comenzara a experimentar un enorme subidón, dejándose llevar por está onda imponente con temas como “Dos Semanas Y Unos Domingos”, y a seguidamente, “Rumbo De Colisión”.
La banda se afanó por beber de esa energía reciproca, para mantenerse incólumes expulsando soplos de energía con “Alma De Blues”, y luego, ovación cerrada al presentar uno de sus temas más populares “Actitud”. Con “Mírame Desnudo” entraron en una suerte de sobredosis de rock que les mantuvo algo estáticos frente al micro. Mantuvieron esta actitud gran parte de esta segunda mitad, aunque el público disfrutaba con todo lo que les llegaba desde el escenario, a pesar de que el show se hiciera algo monótono. Luego llegarían “Días Grises”, “A La Luz De Una Sonrisa”, “Perdedores En La Lluvia” y “Atrapado en Tu Mundo” que volvieron a relanzar a la banda con intensidad renovada. A los bises, ya se había generado un vendaval importante en la sala, con el publico entregado y disfrutando de la conexión con la banda, aupándose con temas como “Rutina En Las Venas”, “Los Ojos Del Huracán”, “Volviendo A Casa” y “Rocanrol De Barrabás” con el concurso de Kamikazes. “Va Por Vosotros” daba por terminado el show, donde las almas y los acordes se hicieron una misma cosa, y donde esta banda de andaluces de pro, encontró el clímax deseado por cualquier músico. Es la recompensa de creer en uno mismo, de buscar caminos alternativos, y de sentir en la profundidad del alma, aquello que haces con tanta ilusión y tanto esmero. Con este disco Gritando en Silencio han encontrado una veta maravillosa que deben de explotar. El futuro se les plantea de fábula, y la gira, les va a reportar muchas alegrías. El futuro se construye con dedicación e ilusión, dos ingredientes que a ellos les sobran.
CHEMA GRANADOS