LA REINA DEL BLUES VOLVIÓ A EMOCIONAR
La emoción es un sentimiento efímero, que puede convertirse en una experiencia indeleble. Un recuerdo anclado en el interior que puede revitalizarse con el tiempo, tan solo con oír una nota, una sucesión de acordes. Ese recuerdo nos devuelve la emoción otra vez, intensa, viva y luminosa. Con Susan Santos pasa esto. Te emocionas en sus conciertos por esa manera suya tan propia de tocar y de transmitir, y luego, cuando sales el recuerdo permanece para ser revivido con igual intensidad en otro de sus conciertos. Y no, no es el blues, no es el rock es si mismo, es esa manera de tocar, de expresar sus emociones, lo que produce el efecto de hermanamiento emocional. Acaso, sea difícil de comprender, o acaso, sea una manera mía propia de metabolizar toda esa amalgama de sentimientos y emociones, que me produce escuchar a Susan Santos en vivo y en directo. El caso es que el pasado viernes 8 de febrero, la reina del blues presentó su nuevo disco publicado recientemente “No U Turn”, un disco donde ha impreso, no solo toda su creatividad, sino la madurez artística de quien lleva un amplio camino recorrido, y, además, con brillantez. Y hay que manifestar, antes que nada, que, nuevamente, volvió a emocionar. Todas las expectativas estaban muy altas, pero Susan se encargó no solo de corroborarlas, sino, además, de imprimir toda esa intensidad cálida que solo ella sabe ofrecer en sus conciertos. “No U Turn” es un disco delicioso, una delicatesen que de paladea desde el primer tema, y se que aprecia sin medida, no solo por la versatilidad que desprende, y como no, por la maestría con la que está compuesto, porque es un viaje por sonidos diversos donde el rock, el bluegrass, el country o el blues más tradicional se combinan de forma magistral. Abrió la noche con el tema “In Trouble” el corte que cierra su ultimo disco, y continuó dando cera y puliendo cera con “Shakin’ All Over”. Todo el arsenal estaba cargado, así es que la explosión no tardaría en llegar con “Hard Times”, “Feeling Good” y “Dry River”. Un torrente de acordes que nos transportaban a la Norteamérica profunda. Continuó con “Dusty Road”, “Freedon”, “Green” y “Good Man Good Whoman”. Espectacular. Noté mucha energía, mucha actitud en su manera de encarar el show, y me sonó mucho más rockera que pasados conciertos. Apoyada en todo momento por unos grandísimos músicos, como David Salvador al bajo y Mario Carrión a la batería. También, contó con el apoyo de Víctor Aceituno en la percusión, y la colaboración a las voces de Pablo Martín. El show continuó con “Blind Whoman”, “Fool Me”, “Somebody Like U”, “Slow Down” y “Heaven Or Hell”. Caía el telón de una noche de ardientes pasiones bluseras, no sin antes, regalarnos dos bises como “Rattesnake” y el incombustible clásico “Skin & Bones” con Susan tocando entre el público. Noche inolvidable, donde Susan Santos se expresó como sabe, a golpe de blues y rock, donde la diva de las seis cuerdas se divirtió, se comunicó con su público, y nos hizo la vida un poco más agradable. Agradecido.
CHEMA GRANADOS