LOS ZIGARROS INCENDIARON MADRID
En 2013 me enviaron un disco de unos valencianos que se hacían llamar Los Zigarros. Llegaban de la mano de Carlos Raya, quien había producido el disco. Enseguida entendí su rollo. Me di cuenta del gran potencial que encerraban por su manera de interpretar el rock & roll clásico en un producto que rezumaba frescura. Estribillos sencillos, riffs poco grandilocuentes, pero mucha esencia. Y entonces, los entrevisté. Álvaro y Ovidi, dos hermanos altos y espigados, con aspecto canalla, que hablaban con el don de la palabra, y que sabían muy bien a donde se dirigían, con las ideas muy claras. “Nuestra identidad es el rock & roll” me dijeron entonces. Acababan de sembrar el germen de lo inesperado. El paso del tiempo, y dos discos demoledores después, les ha dado la razón con la germinación de una banda llamada Los Zigarros que van a dar mucho que contar. Acaban de publicar su nuevo disco “Apaga La Radio” y aterrizaron en Madrid, en la Sala But, una de las salas más amplias del foro, para hacer dos fechas con el cartel de Sold out colgado. Una proeza estando el tema como está. Pueden con todo, y la verdad, es que la liaron pardísima, y no dejaron a nadie indiferente.
A la hora estipulada salieron al escenario una de las bandas más esenciales del rock & roll madrileño: Gallos. Es una banda de mi barrio, Carabanchel, y saben muy bien el terreno que pisan. Desde su debut de 2017 la banda ha ido en línea ascendente, gracias a su manera de entender el rock & roll, y a una formación consistente liderada por Nacho Carballo un tipo enérgico que exuda rock, una guitarrista imponente, Laura Solla, y una base rítmica de lujo con Alejandro Ruiz y Pablo de Pablo. Si los ves en directo, repetirás. Abrieron su turno con “Rock Star” y fueron metiendo más combustible con “Baby”, “Vivir Por Vivir” y “No Seguiré” temas en su último disco “Squirt”. A estas alturas, ya tenían al público comiendo de su mano. Impresionantes. Continuaron con otra ráfaga más: “Un Hueso Más”, “Gallo!”, “Buenos Tiempos”, “Tal Vez el Rock” y como trallazo final el single de su nuevo disco “Squirt” con Nacho tocando por entre el público. Una pasada.
Tras el preceptivo cambio de backline, sonaron los acordes de la “La Trampa” el tema que abre el nuevo disco de Los Zigarros, y a renglón seguido “Apaga La Radio” el single. Un clamor intenso acogió a los músicos que se afanaron por dejar lo mejor de si mismos, con Ovidi como maestro de ceremonias, y con Álvaro como instigador. A sus espaldas, una base rítmica con dos fueras de serie sustentando el tinglado, Adrián Ribes a la batería y Nacho Tamarit al bajo. Sonido de lujo, con una ecualización muy adecuada, y una puesta en escena donde primaba la intensidad y el musculo. El desarrollo de los temas iba posibilitando que el nivel de intensidad fuera subiendo gradualmente, con nuevas andanadas con canciones como “Espinas” “Mis Amigos”, “No Obstante Lo Cual” -de su primer disco- o “Baila Conmigo” de su disco “A Todo Que Si”. Pero esto era solo un preámbulo, un espacio que, aunque parecía que era el culmen, solo era un interludio, porque la soflama rocanrolera iría en aumento hasta un punto inesperado de locura con temas como “Como Un Puñal”, “Resaca”, “Voy A Bailar Encima De Ti”, “Listos Para El Despegue”, “Desde Que Ya No Eres Mía”, “Malas Decisiones” y la incombustible “Caer Por El Agujero”. El deliro se había apoderado del publico, inmerso en un vendaval de sensaciones, entregados al desenfreno emocional que les impulsaba más allá de lo razonable. Los cimientos de la But temblaron. Y luego, la apoteosis final: “Odiar”, “A Todo Que Si”, “Tenia Que Probar”, “Hablar, Hablar, Hablar”, “Dispárame”, y finalmente, “Dentro De La Ley” con lo que llegamos al orgasmo musical más profundo, entre vítores y bailes demenciales, Los Zigarros remataban la faena como grandes músicos que son, queridos y admirados. Sali en una nube, tarareando aún los versos deliciosos de sus canciones y con mi camiseta de merchan que llevaré con orgullo. «Fins sempre amics».
CHEMA GRANADOS