Otra vez lo ha vuelto a hacer. Aunque es difícil y complicado mantener el status creativo con el paso de los años sin caer en la repetición y la laxitud, Star Mafía Boy lo ha vuelto a hacer: mantener el interés por su música a pesar del tiempo y de las muchas canciones publicadas. Parece que los artistas de largo recorrido suelen caer en un estado de apatía creativa, porque la emoción y la pasión acaban por agotarse por el esfuerzo, que como en humanos, acaba por alienarlos. Es comprensible. La lucha es dura por mantener el tipo y jeto intacto de golpes y raspaduras, pero señores, algunos lo consiguen, sacando fuerzas de donde nos la hay, encontrando los resquicios por donde escapar y mantenerse a flote. Este nuevo disco de Star Mafia Boy podría ser uno más en su catálogo, donde el rock, el glam y los retazos punk, nos llevaran -como en un círculo cerrado- a más de lo mismo. Pero no, Star Mafia Boy no entiende de fronteras ni de líneas rojas, porque la esencia de su música está en su sangre caliente, en esa pasión incandescente que parece no tener fin, y en esa aptitud coherente que mantiene su imagen incólume. Es fiel a sí mismo, y nada puede tumbarlo. Nada más abrir el disco “La Leyenda De Jonny Afentamina” ya nos ofrece el primer detalle de su calidad: rock & roll sincero, aptitud y autenticidad. Tres conceptos que recorren el álbum al completo y que posibilitan la coherencia de contenido a la obra. “Glam” es un disco excelente, palpitante, cargado de rock en vena, músculo y energía, una obra de arte del rock & roll posmoderno, que cualquiera con un mínimo de sensibilidad rockera debe apreciar en su justa medida. Quizá el menos punk que le escuchado, aunque algunos detalles residuales si tiene. Temas que reivindican el rock & roll en cada estrofa como en los temas “Jonny Thunders”, “Todo Lo Que Hago Por Tu Amor” o “Los Ángeles” donde expele toda su fuerza pasional, y medios tiempos glamurosos como el que cierra el disco “Sueños Rotos”. Star Mafia Boy confirma con este disco la dimensión de su credibilidad, de su proyección artística, y se consolida como uno de los artistas más esenciales del rock de este país. Quien no sepa verlo y sentirlo, quizá debería hacérselo mirar. La realidad es la que es. Larga vida.
CHEMA GRANADOS