La carrera de José Miguel Conejo Torres, más conocido como Leiva, ha ido progresando adecuadamente a lo largo del tiempo. Con paso firme, madurando como el buen vino, sin prisa para llegar a la cumbre para deleitarse con el paisaje que surge mientras se va ascendiendo. Ha sabido reinventarse en cada disco sin perder un ápice de ese chico de barrio canalla, de ese rock & roll de batalla, y de esa sensibilidad que le hacen encontrar las palabras adecuadas para contar historias sencillas que calan muy hondo en la profundidad del alma. Su último disco “Nuclear” muestra muchos retazos de este cambio progresivo que le enaltecen y que confirman que su carrera esta en buena forma, que las ideas y los sentimientos madurados son inagotables, y que, por tanto, lo sueños sigan vigentes en plena combustión. Para los que hemos conocido al Leiva de los garitos de Malasaña, del Madrid nocturno, cuando solo teníamos un montón de sueños en los bolsillos, nos emocionamos cuando lo vemos en el escenario, desgranado todo ese rocanrol y esa honestidad de sentimiento.
El pasado domingo 22 Leiva compareció ante los santanderinos en el marco de su actual gira de presentación de “Nuclear” su cuarto larga duración. Con el Magdalena Winter casi al completo, los primeros acordes comenzaron a sonar y se materializó la magia increíble. El público en comunión proactiva se unió a una fiesta de rock y emociones con canciones como “Expertos”, “La Lluvia En Los Zapatos”, “Guerra Mundial”,“Lobos” o “Superpoderes” en un primer tramo en que las brasas ya habían fraguado convenientemente. La banda sonando como un cañón, bien situada en el escenario, y con una sección de metales que aventaban el resultado con su potencia, y un Juancho Sidecar liderando con su guitarra. La puesta en escena brutal, con un control total de los recursos de iluminación, y una pantalla trasera que daba mucho juego con imágenes que se iban alternando. Leiva fue haciendo un recorrido por su nuevo disco, y por aquellas canciones que le hicieron célebre como “Mirada Perdida”, “Terriblemente Cruel” o “Vis a Vis”.
Desde la desaparición de Pereza, Leiva tuvo que luchar a brazo partido para recuperar su status y su potencial. Y lo hizo desde abajo, comenzando de cero. Pasó de tocar para 20.000 personas a tocar para 300. Sin embargo, a día de hoy, puede estar orgulloso de haber llegado al punto en el que se encuentra a base de honestidad y de lucha. Un show vibrante, intenso a veces y con muchas emociones encendidas. Y como no, también hubo recuerdo para Pereza con canciones como “Estrella Polar”, “Como Lo Tienes Tú”, O “Lady Madrid”. Leiva dejó patente la intensidad de su propuesta, y, sobre todo, ofreció un espectáculo cargado de sentimientos explosivos. Larga vida.
CHEMA GRANADOS
REPORTAJE FOTOGRÁFICO: CARLOS GARCÍA AZPIAZU