Los navarros Ingravitö traen nuevo disco y con él, vuelven a dar una vuelta de tuerca a su inconfundible“metal-transgénico”,esa filosofía tan suya que altera las células madre del metal, rapy la electrónica para parir algo nuevo. Su primer larga duración vio la luz en 2014 y se llamó «Diario de un susurro que grita». Letras afiladas y ritmos contundentes con estribillos melódicos, hacen que consigan un palmares ciertamente potente, obteniendo primeros puestos en varios certámenes nacionales (Ávila, Teruel, Palencia, Cáceres, Navarra…) y quedar finalistas en otros tantos (Logroño o Valencia).
También han contado con colaboraciones de lujo como el grupo de Ciudad Juárez (México), Batallones Femeninos o El Drogas en «Desahuciando el miedo». Y es precisamente aquí, en 2016 cuando publican “Desahuciando el miedo”,un disco de corta duración como banda sonora del documental que lleva el mismo nombre, y que versa sobre el movimiento anti-desahucios en Navarra. Ambos discos son presentados por todo el país. 2018 es el año de “Sentirnos vivos por encima de nuestras posibilidades”,un disco que recoge diez historia que parten de lo personal, para trascender a lo social y político y explicarnos como sociedad; que ejerce de cronista de un época convulsa en la que se nos roba a diario las herramientas para descifrar el asfalto.
Un asfalto que se resiste a ser domado entre sus cifras y sus cuentas. Es presentado en varios festivales nacionales y diferentes salas. Y 2020 es el año de“Mi nombre (no) se borrará”,un disco temático sobre migraciones para una época que pretende criminalizar el movimiento de personas, cuando dicho movimiento es algo inherente a la especie humana. Porque todos somos nietos de personas que tuvieron que abandonar su hogar. Porque se demoniza al de fuera para no poner el foco en lo que importa: el enorme aumento de la desigualdad, en que el número de millonarios se ha multiplicado tras la “crisis”. El disco cuenta con la colaboración de personas refugiadas que viven en Pamplona y encontramos textos en euskera, castellano y suajili. Canciones directas claramente enfocadas a un directo demoledor, con textos certeros y una base musical que se alimenta de metal moderno (Linkin Park, Rammstein…), pero que a su vez muestra sin pudor la influencia de grupos más clásicos. Además de las canciones, incluye el documental The Game, realizado por Txus en la denominada Ruta de los Balcanes, tras su paso por allá en 2018.
IRENE VILLALBA / ELME MANAGEMENT