A estas alturas Antigua no tiene nada que demostrar. En poco más de cinco años, la banda se ha ido consolidando como una de las referencias del hard rock madrileño. Mucho esfuerzo y trabajo, y cuatro discos impecables, les han revestido de brillantez y credibilidad. Y es que Antigua es una banda de corazón, de garra, que sabe gestionar las emociones inteligentemente, a través de unas composiciones resolutivas que han posibilitado que su identidad como grupo, se haya ido reforzando a medida que pasa el tiempo. Después de su disco registrado en vivo y en directo en la Sala Excalibur de Vallecas, esta formación ha reunido a un compendio de fans incondicionales que les apoyan sin medida. Una circunstancia encomiable que ha reforzado su credibilidad. Es muy difícil sustraerse a ese vendaval de riffs ochenteros tan personales, y casi imposible no sentir vibraciones y sentimientos diversos cuando estallan en directo. Palpitan incansablemente, y se apropian de la escena, no solo por el desbordante carisma de su frotman Juan Olmos, sino porque la banda es una piña bien consolidada.
Para cerrar un año brillante, la banda se presentó en Madrid, en la Sala Live de Carabanchel, para ofrecer un set list impecable, con canciones que forman parte de su discografía. Un regalo de valor incalculable para todos sus fans, que volvieron a disfrutar de su show con pasión, como no podía ser de otra forma. Abrieron con “Bonnie & Clyde”, tema sustentado por un colchón de teclados sinuosos que sirvió de preámbulo para la descarga posterior, y que forma parte de su disco “Trece Razones Para Seguir”. Seguidamente “Porqué No Olvidar”, donde el piano tuvo relevancia una vez más, y después más adrenalina en estado puro con “¿Por qué?, “Vamos Que nos Vamos”, y “Me Hizo Tanto Mal”. En el ecuador del show, Ángel Funes antiguo guitarrista de la formación, subió al entarimado para tocar junto al grupo el tema “Único”, y a continuación, se incorporaron a la escena dos versátiles vocalistas Chema de la Iglesia (Media Luna) y Sepio Rock, que adornaron el tema “Presa” con sus vertiginosos giros vocales, que empastados junto a la voz magistral de Juan Olmos, dieron forma a una absoluta obra de arte. Rock con pasión y mucha entrega, que la sala agradeció con vítores encendidos. Avanzaron hasta el final del repertorio con los temas “Casualidad” en el que colaboró el mago de la strato Javier Mira, y “Déjame”, y finalmente, otro ex miembro de la banda y fundador del grupo, el guitarrista Nacho Ortiz, se unió al combo para tocar “Otra Noche”. Como colofón, y con todos los que colaboraron en el show sobre el escenario, “Que Empiece El Show”.
Quizá este haya sido uno de los conciertos más emotivos que he tenido la suerte de vivir, porque el clima que se creó sobre el escenario resulto tan gratificante, que por unos instantes, sufrí uno de esos desdoblamientos casi místicos a los que la banda me tiene acostumbrado. Tengo muy claro que Antigua, está en la línea mas ascendente posible, porque su trabajo está plagado de matices deslumbrantes, que impactan directamente al corazón. Quien los sigue desde sus inicios, convendrán conmigo en que su musculatura se está modelando convenientemente, y que el futuro les depara muchos éxitos en una carrera jalonada de creatividad y fuerza. Dirigidos magistralmente por un Juan Olmos en plena forma, y que con el paso de los años crece y crece.
TEXTO Y REPORTAJE FOTOGRÁFICO: CHEMA GRANADOS