Neus Ferri vuelve a nuestras vidas con un nuevo disco “Canciones De Amor Al Odio”, otra colección de emociones enhebradas con el hilo de la experiencia, que forman un rosario, donde la vida, recita sin pausa una oración de esperanza. 11 canciones producidas por Pachi García, y que cuenta con la colaboración de Gabriel de la Rosa (Shinova). El reencuentro tiene lugar una tarde gris, con lluvia tras los cristales, pero con la animosidad encendida de volver a estar frente al arte iluminado, de una de las artistas mas esenciales del panorama musical de este país, no ya solo por la tesitura de su voz diamantina, sino por ese estado de ánimo post escucha que se experimenta, tan profundo, tan gratificante, que es toda una experiencia. No exagero. La música, el arte, en fin, tiene esa cualidad misteriosa e inmortal de hacernos una especie transfusión de vida, de alegría, de sentimientos que nos engrandecen y nos dan aire para respirar, lagrimas para llorar, razón para existir. 11 canciones que, como un ejercicio de intimidad expuesta a las miradas, desnudan el interior de esta mujer experta en tejer sus emociones para mostramos su realidad mas profunda, donde hay espacio para el amor, la esperanza. Un disco luminoso, cargado de matices, en el que se construyen espacios recónditos donde todo es posible. Temas como “La Luz” o “Ridículo Incendio” donde recibimos un abrazo de empatía, de hermandad cognitiva; o “Alarma” donde la guitarra acústica traza un sendero rumbo a un poético escenario habitado por las voces de Neus y Gabriel. Su voz sigue enorme, gobernándolo todo con su majestuosidad, un poder de otro mundo que se apoya en unos textos cargados de poesía, de ese discurso intimista donde el artista arriesga a vida o muerte. Un disco que emociona, si el que escucha ha dejado la puerta del alma abierta, y no tiene temor a recibir visitas. Un disco que renueva los sentimientos creados y depositados, desde que escuché su primer trabajo discográfico “Aquí Me Tienes”. Así pues, esta tarde que antes era lluviosa y teñida de melancolía, acaba de trocarse en claridad. Una luz de humanidad, de empatía emocional, y de alegría. A veces, te emocionas sin saber que la vida no es tan cruel, porque hay espacios de intimidad, que artistas como Neus Ferri, llenan con esa magia efervescente que convierte el dolor en felicidad. El tiempo se detiene, el dolor se congela, y solo las emociones hablan con voz propia. Gracias por estos momentos en los que la vida tiene sentido, más allá de la ignominia, la desigualdad y el terror. «Gràcies per acaricarnos amb la teua veu i el teu art.»
CHEMA GRANADOS