Siete años han necesitado los compadres de Marea para reunir las emociones necesarias con las que elaborar este nuevo disco al que ha titulado “El Azogue”, en referencia al mercurio con el que se fabricaban los espejos en la antigüedad, aunque también la RAE lo define como inquietud. En cualquier caso, el mercurio y la inquietud se han confabulado para dar forma a un nuevo trabajo discográfico que ha sido producido por Kolibrí Díaz en los Estudios Sonido R-5 de Orikain, Navarra. En primer término, debo destacar el magnífico trabajo en lo relativo al Artwork. La portada es obra de Fernando Leazun, y el diseño e ilustraciones de Iosu Berriobeña, que han sabido captar el contexto del disco con gran imaginación. En lo tocante a lo musical, dos sucintas colaboraciones: Arantza Mendoza, a los coros, y Fredi Peláez, al órgano Hammond.
El disco abre con el tema “En Las Encías” que fue el primer single y videoclip, y que nos muestra el lado más innovador de los Marea de 2019, con riffs algo mas melódicos, más oxigenados, y con una métrica sencilla de asimilar. Mucha frescura desprende este tema, que arropa los textos imposiblemente poéticos de kutxi Romero, siempre con esa agudeza emotiva a flor de piel. Un tema que es un prólogo amable de lo que nos espera mucho mas adelante. “Un Hierro Sin Domar”, el tema que continua, ya desprende el aroma de los Marea de siempre, con riffs más acelerados, pero con la misma materia viva que les caracteriza. Mucha efervescencia, y mucha enjundia en la composición, porque los Marea siempre han cuidado las canciones con cariño, con la entrega con que se cuida a un hijo propio. Este detalle sensitivo se intuye en cada tema, sin dejar de perder su potencia rockera en ningún instante, “Muchas Lanzas”, “Jindama” o “La Noche De Viernes Santo” son buena prueba de ello. Temas incandescentes, escritos con el alma, que fortalecen el espíritu, y que nos vuelve a renovar su resiliente poder, una vez más. O temas también intimistas, como “Pájaros Viejos” donde Kutxi rinde su homenaje al universo del flamenco. Siempre que vuelven Marea es como el deseado retorno de las caricias emocionales, que se echan de menos en la distancia del tiempo, y que uno espera que lleguen por sorpresa. Siempre traen alegría en su morral, pura vida, historias imposibles, amores perdidos, y mucha poesía de barrio que alivia las heridas. Por eso, son tan queridos. Por eso, los queremos con el afecto de un amigo que nunca te traiciona. Por eso, siempre serán una de esas bandas de las que no se puede prescindir, y que sin buscar el deliro de la perfección, encuentran el equilibrio perfecto entre rock y emoción. “El Temblor” el segundo de los singles, es quizá el tema que más que me ha subyugado, aunque, al final, después de escuchar unas cuantas veces el disco, uno siente el multiorgásmico placer de la alteración emocional. Eskerrik Asko!
CHEMA GRANADOS