La música se funde a negro con la irrupción de Bárbara Black, un ciclón sureño de blues, rock americano, gospel y metal
Cuando mezclas una actitud que firmaría el mismo Lemmy con una capacidad vocal digna de Myles Kennedy y a eso le añades un sonido que acopla las raíces del rock con la potencia del metal actual, el resultado solo puede ser un disco para no perdérselo. Ese álbum es ‘Love, Death & Flies’, tercer trabajo de Bárbara Black, una cantante y una banda nacida para el rock.
Proveniente del circuito independiente, Bárbara Black nace como proyecto solista en 2016 cuando se une a Javier Peláez y Nitro Destruction para publicar su EP debut, ‘Spiritual Rock’. Tras varios premios y menciones, la banda lanza su primer álbum ‘Ad Libitum’ en 2017 tras la incorporación de Daniel Márquez y Carlos Cone.
‘Love, Death & Flies’ supone el endurecimiento de su sonido con diez cortes extremos que mantienen las influencias líricas de Poe, Bécquer y el cine de terror de los años 80. Calles victorianas, pasajes oscuros y un romanticismo decadente se entrecruzan con temáticas variadas (machismo, religión, superación) para alcanzar su cénit en “Damnified”, reflejo del acercamiento de la banda a sonidos sureños más salvajes sin abandonar la importancia de las melodías y armonías en los estribillos.
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