La banda valenciana se atreve ahora con una versión de una de las piezas sonoras más universales de la España profunda: «La Macarena» de Los Del Río.
Y lo hace a lo grande, con este videoclip protagonizado por Edén Serrano, con las colaboraciones de algunos grandes exponentes de la parodia rock: Jevo Jevardo de El Reno Renardo, Charly Glamour de Gigatrón y Sloth, quienes además aportan su toque personal e inconfundible. El propio Charly Glamour nos pudo regalar hace unos días unas declaraciones sobre su sufrimiento en esta participación en el nuevo disde los valencianos.
Escuchar un disco de Punk Sailor es como un juego que se vuelve altamente adictivo. O como las patatas Lays: “no puedes probar solo con una”. Te engancha en su red de sátira polisémica, de referencias cómicas con guiños críticos y la escucha se convierte en todo un challengue de los de “intenta no reírte”.
Punk Sailor es un reflejo de nuestro tiempo y de cómo consumimos la cultura irónicamente. Una época en la que, hasta los algoritmos como los de la Inteligencia Artificial de Youtube están aprendiendo a detectar lo que llaman los “momentos teniente” de las canciones. Algo parecido al “misheard” anlosajón (alguien tendría que decirle a la RAE que recogiera cuanto antes esta expresión) y que se ha popularizado en español para intentar referirse a esas canciones que entendemos mal, con desternillante resultado. Por supuesto, saben perfectamente a qué nos referimos: al “Chinito pescando” de Eagles; el «Quieres una manzana» de Michael Jackson o el «Te traigo Pasta» de U2. Y es que no tienes ni idea de Música si nunca has visto el vídeo de Twisted Sister cantando “Huevos Con Aceite”.
Los valencianos se ríen de todo; son como esos míticos rótulos del programa Cachitos de TVE. Convierten la cultura popular en una “respetuosa parodia”; y mediante es oxímorom, Punk Sailor navega entre referencias a la cultura y a la música popular y hacen de este juego cómico-musical, una bandera propia para intentar amenizar estos tiempos tan difíciles y agitados, tan de pocas risas y de tantos “momentos históricos” que no habíamos pedido vivir. Y nos comparten su particular manera de deformar el mundo que el punk ha generalizado y por lo que se convirtió en un género musical atemporal e inagotable.
RUBÉN G. HERRERA / COLECTIVO MELÓN