El pasado sábado 16, los madrileños Mamá Ladilla repetían por tercera vez consecutiva en la sala Ego. Si bien es verdad que la asistencia no fue tan masiva como el año anterior, estos maestros de la ironía y la burla volvieron a llenar la mejor sala de la noche alcalaína, atrayendo cada vez a más caras nuevas, venidas desde más allá de nuestras inexistentes fronteras, al igual que a los acérrimos y fundamentalistas seguidores, como el que escribe, quienes no nos perdemos la oportunidad de disfrutar de cerca de horas de una descarga de adrenalina, risas, brincos, blasfemias y cagamientos verbales varios en una demencial comunidad de gentes abanderados con el estandarte del buen rollo y mejores energías. Así que, nada más mandar a Cenicienta a limpiarle los zapatos al príncipe azul, comenzaba un espectáculo en el que se hizo un amplio, alternativo y equilibrado repaso entre las clásicas canciones que nunca pueden faltar en un concierto de Mamá Ladilla y un buen número de temas de los últimos trabajos, «Jamón Beibe» de 2010 y el reciente Coprofonía, del que pudimos disfrutar de siete sardónicas y suculentas piezas. Se arrancaban con “Janfri Guein”, un recurso útil y bastante común en ellos, para recordarnos aquellas “La Polla de mi Jefe” y “Flípalo”. Tras el necesario parón para que todos nos apartásemos el sudor y tomásemos aliento, llegaban tres de las más recientes piezas, “Jamon Beibe”, “Padezco Rock” y “La Paja”, sin que, por tratarse de canciones recientes, se impidiese escuchar los coros entre un más que entregado público. “Difamando en el Mercado”, “Pablito Clavó un Clavito”, “Obcequeitor” y “Sancho Panza del Rock” también sirvieron para demostrar cómo Sergio González y Abel del Fresno (con una curiosa disposición en su batería con dos goliath y ningún aéreo) dominan a la perfección los temas clásicos, permitiendo, incluso, que Sergio se luciese de vez en cuando haciendo slappings con lo primero que pillase. “Todos Menos Tú” y “Tu Fiesta” se intercalaban con “Molto Obligada” y el nuevo mix de esta surrealista mente creativa que es Juan Abarca, “Bici Sin Sillín Mix”. Con “Aparta Papá” los pogos, botes y rebotes obligaron a volver a realizar una pausa con la que encarar el último tramo de la noche. Llegaba el turno de emitir una grandiosa revelación metafísica que parece perseguirnos a tantos solteros, como muestra el redundante leitmotiv de “Locas”. Y, como no podía ser de otra manera, lo que quedaba por disfrutar fue una colección de las más exitosas leyendas de estos tres locos: “Mi Nave Mix”, “Pobre Principito”, “Cunnilingus Post Mortem”, “Primavera” y la hiperfuncional “Sucedió en Beckellar”. Pero, como también era de esperar, no se irían de rositas sin ofrecernos un par de bises, así que, sin apenas descanso para secarse un poco el sudor del ojete, volvieron al escenario para despedirse por todo lo alto: un “Chanquete Ha Muerto” empalmado con “Ataca”, donde además se entremezclaron los mantras de dos de sus nuevos temas, “Is For Llu” y “Fundamentalistas”. En resumidas cuentas, otra maravillosa y satisfactoria visita de estos grandes del rock nacional, que siempre dejan sembradas sonrisas y buenos recuerdos allá donde pasan. Esperemos volver a verles el enero que viene.
TEXTO Y FOTOS: DANI ÁLAMO