“Mundo Aéreo” es el quinto disco de estudio de los madrileños El Dorado, y como no, como con cada disco, resulta toda una experiencia, su escucha y su posterior digestión razonada. Porque con cada nuevo disco uno encuentra todas las referencias y los sentimientos que le hicieron amar el rock. Aunque quizá, la razón está de más en una obra como esta, que trata de ajustar los parámetros de un rock que rebosa clasicismo, pero que está elaborado, concebido e instrumentado, con los recursos más brillantes de la contemporaneidad. Un sonido a veces brillante y luminoso, a veces, oscuro, espeso e insondable. Riffs clasicos, armonías maliciosas y mucho groove delicado. Pasajes esplendorosos, donde se entrelazan mágicamente, los elementos acústicos con los distorsionados. Una belleza magistral, que se renueva nuevamente, después de dejarnos casi exhaustos con su última obra “Karma Generator”. Para los aquellos que se afanan en guardar pleitesía, al sonido del rock más clásico, pero viven con los pies en la tierra, este es un disco sin parangón. Insólito resulta comprobar como una banda camina con paso tan acertado, superándose en cada trabajo, encontrando las claves de la creación más intensa, sobrevolando escenarios disimiles para encontrar respuestas, sin repetir argumentos, sin caer en la redundancia y sin parecer desmesurados. Increíble, nunca dejan de asombrarme. Nunca dejan de aportar a mi vida nuevos elementos, en un escenario como el nuestro, saturado de bandas que circulan dando tumbos sobre los manidos recursos. Ellos dicen, y dicen mucho. Mucho de lo que debería decirse, pero con su arte, para encontrar el sonido más imponente. Doce cortes de los cuales es difícil encontrar uno preferente, ya que todos ellos forman un todo, que convierten esta obra en un portento del rock de nuestro país. Hay una colección de sensaciones, que dan vértigo emocional. Desde los temas cañeros con esencia, como “Mundo Aéreo” que da título al disco, o los temas mucho más hard rock, como “Espacio Tiempo”, “Antes de Juzgarme”. Y otros más sensuales como “Fugitivos”, donde crean atmósferas acústicas impredecibles. Cada corte sigue aportando un gramo más de intensidad y de emoción, aunque parezca que acabarán repitiendo los mismos patrones, una y otra vez. En absoluto. Porque vuelven las delicias como “Me Voy (en mi nube)” o “Madre Agua”. Este nuevo disco les convierte en una banda perdurable, de la que todos los que buscamos calidad y alma, nos sentimos orgullosos. Casi cien conciertos el año pasado en Europa y USA avalan su potencial. La presente gira no va a ser menos, porque ya tienen fechas confirmadas en España, Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza y Austria. El Dorado son la prueba de que el rock tiene porvenir, cuando se encuentran dentro de uno mismo, todos los patrones, que unidos, forman la genialidad. Van a ser muy grandes, y de eso, ya nos dimos cuenta unos cuantos con su primer disco. Lo que no imaginábamos es que fueran a grabar maravillas como el presente disco, aunque si lo deseábamos. Por tanto, preparos para devorar una de las joyas de nuestro rock, y disfrutadla con pasión, dejándoos llevar por la tónica y la magia que encierra este disco, que seguro, os va a atrapar. Larga vida a El Dorado.
CHEMA GRANADOS