DIRECTO PARA EXCITAR EL ALMA
Quizá la vida no sea más que una sucesión de momentos. Momentos que se van solapando con el paso del tiempo, hasta formar una especie de álbum de momentos. Momentos vividos que nunca se olvidan, ya que permanecen indelebles en la memoria. Muchos de esos momentos de mi vida, de grandes momentos, los ocupan estos colegas de Benetússer (Valencia). Los Benito llegaron a mi vida cuando mi existencia se quebraba, cuando atravesé una de las peores encrucijadas que me tocó vivir, y sin embargo, pude salir a flote gracias a la fuerza interna, y a otros muchos estímulos que me ayudaron. Muchos de esos estímulos fueron sus canciones. Canciones en las que me podía reconocer. Canciones que hablaban de mí mismo, de la esperanza, de la lucha. Yo me crie en la calle, y no conozco más universidad que esa. Y allí, había historias de gente como yo, de mi entorno. Por eso se
sentí un Benito desde el primer momento. Y ya han pasado veinte años. Muchos de ellos a su lado. La pasada noche tenía una significancia especial. Lo que representa todo ese tiempo, toda esa lucha, todos esos sueños, todos los momentos críticos, y las repetidas resurrecciones. Una historia intensa y turbadora. Porque en veinte años caben muchas emociones, muchos sentimientos y muchos momentos. Cada concierto, cada disco, cada abrazo, ha sido un acicate para ser más feliz. Esa es la pura verdad. Es la fuerza del rock, el poder de transmisión. Los Benito, están aquí, para siempre, para sembrar la ilusión, la identidad que nos reconoce. Son de los nuestros. Han llegado lejos, a cientos de almas. Y lo que está por llegar aún.
Re-verso se encargó de abrir la noche, con la difícil tarea a atraer la atención del público potencial. Es una banda de rock urbano con ínfulas de punk contemporáneo, que rebosa aptitud y energía. Los madrileños han sabido captar la atención de todos los medios, gracias a su último trabajo en estudio, “Canciones De Circos De Antaño”, nuevo álbum donde la banda se ha reinventado, ofreciendo una notable evolución con respecto de sus anteriores trabajos. Aparecieron en el escenario ataviados de reos, custodiados por agentes antidisturbios. Tapaban sus rostros con máscaras de Anonymous. Don Sarmiento, acicalado con adusta levita y sombrero de copa, anunció que dejaría libres a los reos. Con esta puesta en escena tan teatral, atacaron el tema “Bienvenidos”, y luego, “Pensar En Alto”, “No Quiero Ser Un Mimo”. La banda se empleaba a fondo para expresar su contundencia, y poco a poco, encontró la manera de conectar con el público. Seguidamente, “Romper Y Coser”, “Ensoñación Y Jarana”, “Teatralidad”, “Las Crenchas De Ácrata” y “Ruedos De Sangre”. Suenan precisos, y saben encontrar la manera de mantenerse sobre el escenario con autoridad y actitud, dos detalles que se agradecen mucho. Despidieron con “Canciones De Circos De Antaño” y “Los Que Amarran No Viajan”, temas ambos de su último disco. Una imagen excelente, para una de las bandas emergentes más prometedoras de la escena rockera.
Los Benito acudieron al escenario como es habitual en ellos. Para que cambiar. Su intro de siempre, que nos encoje el corazón pensando con el tema que abrirán. Y luego, las guitarras elevan la intensidad, y los acordes comienzan a entrelazase formando el riff. Todo explota. Es la intensidad emocional lo que hace que sea un momento único. Y los ves disfrutando, absorbiendo todo esa emoción que surge en directo, empapándose de ella. Quini dirigiendo desde el centro neurálgico, lanzando su característica voz profunda al aire, dejando que las notas fluyan. Son las piezas que van ensamblando a media que avanza el repertorio, para dar forma al show. Y entonces, surge la comunicación, y el público, ya ha establecido una fuerte conexión, y circulan los sentimientos, cantan las canciones, las viven, las sienten, y por unos instantes, sus vidas reciben el aliento de un momento feliz. Un momento único. Todas ellas, forman un conjunto, un conjunto de veinte años. Da igual que sean del primer disco, o del ultimo, porque todas, y cada una de ellas, tienen un significado especial y único. “Loco”, “Ayer Soñé”, “He Decidido”, “Aquellas Cosas Que Solíamos Hacer”, “Sueños Rotos”, “Pikolo” o “Quisiera”, todas y cada una de ellas con personalidad propia. Toda una celebración. Finalmente, “Valencia Ciudad” para dejarnos una pátina de nostalgia, y como colofón, el sonido brutal de la mascletá atronando de fondo. Noche emocionante, como todas. Como esos momentos en que te reencuentras con amigos queridos. Como Los Benito, los amigos que siempre están ahí, los que nunca se olvidan. Os quiero!
CHEMA GRANADOS