¿Cómo definir la emoción en pocas palabras? Voy a intentarlo mencionando unos versos extraídos de la letra de una de las canciones de este disco: “…Dame de beber/ la melodía de tus palabras/ y emocióname, hazme estremecer/ traspasa mi piel…”. ¿Se puede expresar más certeramente? Yo creo que no. Este es el mágico preámbulo de este disco. Y esta intensidad, esta clarividencia, está recorriendo cada impulso eléctrico de este CD. Porque no es más que eso, un deseo intenso de explicar los sentimientos y las emociones. Y a fe, que estos músicos enfáticos, lo han conseguido, porque este disco, no solamente es que emocione, sino que, además, nos ofrece un elenco de sentimientos que van del amor, la esperanza, la rebeldía, y un sinfín de matices incomparables. Dry River ya nos sorprendiere son con su primer trabajo, el “Circo De La Tierra” una ópera prima donde dieron rienda suelta a su creatividad, buscando circunloquios compositivos mas allá de lo manido, buscando el arte en sí mismo como una meta a conseguir. Obtuvieron no solo gran eco, sobre todo a nivel internacional, sino en nuestro país. Su videoclip, “Mi Pequeño Animal” obtuvo casi doscientas ochenta mil visualizaciones, y el disco se distribuyó en Japón. Un trabajo elegante, propio de los grandes músicos, donde los planos de voz y la grandilocuencia instrumental, fueron valores predominantes. Vuelven a la escena con un segundo trabajo, una maravilla a la que han dado por título “ Quien Tenga Algo Que Decir… Que Calle Para Siempre”, y donde desarrollar un concepto mucho más arriesgado: aunar la diversificación de estilos musicales, concentrando todo el discurso musical en el rock con esencia. Consiguientemente, en este nuevo trabajo, vamos a encontrar rock progresivo, jazz, hard, y mucho sinfonismo. El disco fue grabado en los Estudios La Guardia por Juan Carlos Morcillo, y fue producido por Carlos Álvarez, a la sazón, guitarrista de la formación. Finalmente, fue masterizado por Juan Carlos Tomas en los Estudios La Seta Azul de la localidad de Benicassim. Contiene doce cortes, en uno de los cuales, colabora el incombustible guitarrista y compositor Julio Castejón (Asfalto).
Para definir la esencia de este disco, tendríamos que acogernos a claros referentes, y que circulan con identidad propia por todo el entramado de notas, como Rush, Queen, Deep Purple, Dream Theater, o porque no, Barón Rojo. Todo estos matices referenciales, aderezados por el sinfonismo más implacable en algunos tracks, y tempos jazz en muchos de los pasajes de otros. Un verdadero portento emocional. Una experiencia vivificante integral, que entronca con las emociones más resolutivas. Además, una producción exquisita, y unos arreglos eficaces, hacen de este disco, uno de los trabajos discográficos más relevantes de este año en el panorama rock estatal. El disco, se abre con una intro melódica que nos conduce al tema “Bajo Control”. Comienza con unos teclados a lo John Lord, y unos riffs metálicos marcados por cortes de platillo. Esto, da paso a un rock frenético, que retoma los riffs entrecortados, adornado el conjunto con estribillos melódicos. En el número tres “Irresistible”, un medio tiempo harmonioso, ágil y perfectamente delineado. A mitad del tema, un interludio jazzístico, apoyado en unas líneas de bajo magistral, seguido de colchones de teclados muy rítmicos. En el cuatro, “Frascos Vacíos”, que comienza con unos embates de teclados sinuosos, a los que se unen unos riffs metaleros muy a lo Stravaganzza, y luego, una línea de voz melódica de perfecta modulación, y coros muy resolutivos. Vamos al número cinco con “Informe T-24”, el tema en el que colabora Julio Castejón. Un tema vaporosos, que se eleva con los teclados haciendo dibujos de arpegios, para continuar de forma plácida con las voces de Ángel Belichón y Julio Castejón rizando el rizo, perfectamente ensambladas, hermanadas.
En el ecuador del disco nos encontramos con “Casto”, un tema con aroma a Queen, que tiene personalidad propia, muy teatral, al que le sigue “Oda Al Líder”, un tema épico, grandilocuente, con guitarras intensas, redobles de caja, voces penetrantes, coros majestuosos; un delirio, que describe el talante vesánico de los totalitarismos. En el número ocho está “¿Cuánto Vales Tú?, quizá el tema más metalero del disco, con pasajes soberbios, y grandes dosis de genialidad. Estamos en el tramo final del disco, en el nueve, con el tema “Caída Libre”, una canción aterciopelada, intima, que te trasporta muy arriba, que acaricia tu interior con afecto, tan profundamente, que deseas de inmediato, hacerla tuya para siempre. Estamos en el número diez, “El Lado Bueno De Las Cosas Malas”, un tema de puro rock, con arreglos superlativos, donde poden de relieve su gran calidad como músicos, y cuyo estribillo, es verdaderamente arrebatador. Terminan con “Rosas Y Gaviotas” una deliciosa balada que se convierte, poco a poco, en un poema musical, y por último, “Traspasa Mi Piel”, uno de esos temas que te acompañarán toda tu vida, porque es una canción que impacta, es pura metralla emocional. Comienza con esos planos de voz intensos y bien empastados, y le sigue un riff purpeliano. Te dejas arrastrar por esa corriente de los riffs tan bien hilvanados, y la base rítmica tan definitoria. Muy hard rock, muy melódica al tiempo. Hasta que llega el estribillo y llega el deliro: “Dame de beber/ la melodía de tus palabras” Dios, es que parece que sufres una suerte de mágico desdoblamiento, y de súbito, ya eres otro, un ser diferente, atrapado por la sucesión de acordes hard rockeros, y esos teclados tan ochenteros. Una obra maestra.
Creo que la emoción esta presente en mis palabras. Y no, no son postureo. Es autenticidad. No es emoción, es devoción. Devoción, porque Dry River, con este disco, ha elevado el rock a la categoría de obra de arte. Un disco que te aporta, que te enriquece, que valora el buen gusto, la creatividad, y la búsqueda de espacios mucho más elevados Orgullosos pueden estar estos músicos del fruto de su creación, porque lo que acaban de crear, es la materia con que están hechos los sentimientos humanos. Es material maleable, que engloba lo mejor y lo peor del ser humano, y que al fin y al cabo, es nuestra razón de ser. Gracias, por mejorar nuestras vidas con esta intensidad impagable. Gracias, por ir una paso más allá, y traernos esta nueva dimensión. Dry River, o el poder de las emociones. Enhorabuena.
CHEMA GRANADOS
TRACKS:
- 01. Traspasa Mi Piel (Intro)
- 02. Bajo Control
- 03. Irresistible
- 04. Frascos Vacíos
- 05. Informe T-24
- 06. Casto
- 07. Oda al Líder
- 08. ¿Cuánto Vales Tú?
- 09. Caída Libre
- 10. El Lado Bueno de las Cosas Malas
- 11. Rosas y Gaviotas
- 12. Traspasa mi Piel
COMPONENTES:
Carlos Álvarez Padros. Guitarras, teclados y coros.
Ángel Belinchón. Voz principal y coros.
Marti Bellmunt Blasco. Teclados, saxofones y coros.
Pedro Corral Chiva. Batería y coros.
David Mascaró Rojas. Bajo y coros.
Matías Orero Aguilella. Guitarras y coros.
Marc Escrib Escrig: Actor.
Fanfi García Martín. Actor y Road Manager.
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