Los extremeños Sinkope regresan a la escena rock de nuestro país con un nuevo disco titulado genéricamente “El Parque De Los Poetas”, en mi opinión el disco más ambicioso de la banda en toda su trayectoria, y que por ende, marcará un antes y un después en su carrera profesional. Digo esto porque el disco rezuma evolución y compromiso, sin dejar de lado la esencia y la razón de ser, que convirtió a Sinkope una de las bandas de rock más valoradas de nuestro país. Evolución razonada, equilibrada, pero el mismo empuje e ilusión de siempre. Son veteranos en romper moldes, en arriesgar un poco más en cada disco, y en este desde luego han echado el resto. Desde que en 1991 publicaran su disco de debut “La Viña Del Señor”, la banda ha ido superando escollos y reconversiones hasta sumar doce obras de gran valor. Toda una vida dedicada a expresar sus inquietudes y sus sentimientos a través del rock, con toda esa sinceridad y autenticidad de la que hacen gala siempre que se ponen a componer. Y sobre todo, con ese respeto a las ideas y las emociones, sin el recurso vacuo de artificios espectaculares, sin números de magia negra. Son un referente para toda una generación de músicos jóvenes que les profesan verdadera devoción. No es de extrañar. Han abierto el camino, las puertas a los cielos, y cada canción, se ha ido convirtiendo con el paso del tiempo, en toda una declaración de intenciones. Este nuevo disco, es un espacio abierto donde reina la luminosidad y las sombras a partes iguales, donde el lenguaje poético de Vito Iñiguez sobrevuela majestuoso, poniendo cada palabra en su sitio como un clavo bien remachado, como un asidero donde se sustenta todo en entramado musical. Espacio que, a su vez, encuentra resquicios para crear zonas donde se desliza la melancolía, espacios de reprobación, de rabia, de enredos emocionales, y de pureza; esa pureza negra que brota de la entrañas cuando la vida que nos circunda golpea rabiosamente. Canciones como “Los Bichos Que Alimento”, el tema que abre el disco, donde Vito repasa las neuras y las tragedias cotidianas que nos afectan a todos en nuestra condición de seres humanos, o “El Parque De Los Poetas” el tema que da título al disco, donde en clave poética se habla de la degradación de las ciudades, o “No Me Desates” con toda esa carga emocional tan insolente. Destacar también el tema “Abriéndose Un Claro” donde colabora Aurora Beltrán, un tema delicioso, imponente. Doce cortes en total que conforman un disco del que los extremeños pueden estar muy orgullosos, porque no solo nos muestran su evolución, el paso del tiempo siendo un poco más sabios y más picaros, sino que además, nos demuestran que están luchando por estar ahí, donde les corresponde, con mucha más energía si cabe, con mucho más corazón. Son una banda entrañable, de las que llegan al alma, y este detalle es imposible destruirlo, ni así que pasen cien años.
CHEMA GRANADOS