Nuevo lanzamiento discográfico de una de las bandas esenciales del hard rock de nuestro país, 7 Almas. Después de su brillante presentación ante el público con “Nueva Tierra”, un disco que les ubicó en el mapa y con el que obtuvieron excelentes críticas, retornan con savia renovada con este extraordinario “Abre Los Ojos”, un disco que cautivará a los incondicionales, y que sin lugar a dudas, captará nuevos adeptos, ya que es imposible no rendirse ante al poder de su capacidad. Cuatro años han pasado en dique seco, concibiendo y madurando este nuevo disco del que sin lugar a dudas pueden estar muy orgullosos. El tiempo de silencio ha servido para macerar conceptos, para incrementar la lucidez de su propuesta y magnificar su esencia. Dentro de su misma línea ascendente, encontramos en este nuevo material un aspecto a destacar claramente: la evolución. Un evolución progresiva que ha dado como fruto un disco indispensable para cualquier amante del estilo. Sin perder el paso y el trazado de su camino, investigan, horadan sus entrañas para extraer el oro molido de su creatividad. El disco se ha registrado en GStudio bajo la producción de su guitarrista Oscar J. López, y la masterización se ha realizado en Sonimak Studio. Lo primero que impacta antes de abrir el celofán que resguarda el cristal del disco, es la ilustración del gran Fernando Nanderas, que representa un ojo cibernético que parece absorbernos con su mirada eclética e inquietante, y que obra a modo de preludio interesante, una especie de diafragma que nos vigila, mientras contempla expectante nuestra reacción. Abren el disco con el tema “Siempre Vas A Estar” una suerte de hard melódico y destellos AOR que engancha de inmediato. La excelente producción realza todo el conjunto vocal, la base de las guitarras y una sincronía perfecta en la base rítmica. El siguiente tema, “Cuando Me Miras”, desprende el aroma a esa esencia inconfundible de la propia banda, muy patente en su primer trabajo, y que eclosiona directamente del centro neurálgico de su creatividad manifiesta. Nuevamente, la férrea personalidad del sonido emerge con autoridad, abriendo espacios desconocidos. Muy intensa “Nunca Vuelvas”, un medio tiempo con una instrumentación brillante, protegida por unos coros perfectamente empastados. Cambios de tempo, arreglos instrumentales delicados, y la voz de Israel Hernansáiz creciendo a cada nota, engalanada por los solos armoniosos y penetrantes de la guitarra de Oscar J. López, que realza el resultado con maestría. El cuarto corte “Abre Los Ojos”, el tema que da título al disco, comienza con un solo intenso y cálido que fluctúa sobre un colchón de teclados vaporosos. Nuevamente, el plano de voz navega majestuoso acariciando las notas. Tema vibrante e intenso, que va creciendo a medida que avanza. En el ecuador del disco “Invierno En Octubre” que abre con una guitarra acústica rítmica, muy rumorosa, y una letra bien construida, con elementos apasionados que contribuyen a engrandecer la canción. Emociona la calidez y ese entramado de sensaciones que va desprendiendo cada estrofa, con melodías diamantinas y el apoyo vocal tan característico de la banda. Una suerte de grandiosidad que convierte cada rincón del disco, en una obra maestra de la eficiencia emocional. Seguidamente, “Revolución”, que posee un carácter mucho más enfático, y que recuerda a las grandes bandas norteamericanas de todos los tiempos, pero con un sonido mucho más actual y un estribillo que te hace volar. El termómetro sigue subiendo de temperatura con “Ya No Estás”, una balada que tiene todos los ingredientes para emocionar. Una vez más, la voz de Israel crece en enteros, -dejándole espacio para que pueda desplegar lo mejor de sí mismo-, y que nuevamente, nos sorprende con los cambios de tempo, y los cortes bien medidos métricamente. Y en el tramo final “El Reino Del Placer” un tema con elementos hard rockeros evidentes que se desarrolla en perfecta sincronización con el base rítmica, con una línea de bajo magistral a cargo de Óscar Salas. Cierran con “El Templo Del Sol” tema muy personal, algo heavy, y donde la voz de Israel vuelve a ser protagonista. Cierra el disco el tema “Contigo”, una balada cristalina y sensual. Una vez más, las guitarras adquieren un papel protagonista, revistiendo de brillantez todo el resultado. La reflexión final que provoca este disco es la de agradecimiento. Agradecimiento por su trabajo, ya que abre la puerta a nuevas dimensiones, nuevas expectativas dentro del hard rock de nuestro país, y ratifican una vez más, la altura de miras de una banda que está al nivel de cualquier banda internacional, y que por ende, debería encontrar un espacio principal en el panorama actual del rock. Los cuatro años de sosiego han obrado como un revulsivo magnifico, ha dotado de personalidad propia a la banda, y han renovado el vigor. Son capaces de emocionar, de atrapar, y de ofrecernos con gentiliza el calor de su creación en estado puro. Una belleza de disco, con todos los elementos para hacer afición, y renovar nuestra esperanza de que estemos avanzando, de que en nuestro país hay futuro. 7 Almas tiene futuro, pero aún más que eso, tienen en sus manos el valor de su talento y de su arte, porque cada canción expresa y comunica, atrapa, y enamora a partes iguales. En tiempos tempestuosos para la música, discos como este de 7 Almas nos engrandecen a todos, nos hacen sentirnos afortunados de poder ser partícipes como oyentes de una obra maestra como “Abre Los Ojos”. No quedan más palabras para elaborar un análisis consciente, ya que su mensaje surge directamente de la emoción, de la autenticidad, y del valor intrínseco de cinco músicos que apuestan por ir un paso más allá. Un disco indispensable para entender el rock contemporáneo de nuestro país. Espero y deseo que puedan abrirse paso entre la bruma espesa y oscura que circunda la música y el arte en nuestro país, y que encuentren el lugar que les corresponde, porque talento les sobra. Enhorabuena.
CHEMA GRANADOS