Nada más importante que la sonrisa de un niño
Algo tan importante y generoso como la sonrisa de un niño, como la ilusión que prende en sus ojos y que altera el espacio, puede hacerse realidad con la solidaridad y el concurso de personas desinteresadas, que se afanan en hacer justicia con los desfavorecidos. Cuando los gobernantes y sus acólitos se afanan en destruir nuestras vidas con sus lacerantes políticas, dejando a miles de personas en la más profunda indefensión, un puñado de rockeros se afanan en conquistar esa sonrisa. “Los Juguetes Del Rock” nació el año pasado gracias a la iniciativa de un grupo de rockeros y rockeras dispuestos a trabajar desinteresadamente, por devolver la ilusión el día de reyes, a los niños cuyas familias atraviesan serias dificultades. El año pasado se entregaron un buen número de juguetes, y este año se han superado los ciento ochenta niños, y casi doscientos en Tarragona. Canalizado a través de la Asociación El Rock Es Cultura, los voluntarios comandados por Justo Urbano y Emy Sobrera, han superado todas las expectativas con casi quinientos juguetes recogidos. A las seis de la tarde, una larga fila de personas esperaban para recoger los juguetes en la sede de la asociación, el Bar El Tapeo, centro neurálgico de su actividad, y lugar de encuentro de rockeros de Madrid y alrededores. A la cita, acudió la televisión local, Telemadrid, quien tomó imágenes y entrevistó a los protagonistas del evento. Posteriormente, fueron emitidas en el telediario de la noche. Los juguetes fueron entregados por músicos de rock de la escena madrileña como Patricia Tapia (KHY), Pako Ramos (Füel) Tony Solo (Sangre Azul) Kiskilla (Ex-Mago de Oz, Vino Tinto) Peri (Ex Mago de Oz, Phantasy), Monseñor Varas (Teto), Luisma Hernández (San Telmo) Angel Santamaria (Arkania), y representantes de Vita Imana Black Rock, Escaramuza, Oker, Viga, Alejandro Penedo (Sinestress), Asfaltika, Cuatro Gatos, Javier Oliva Beethoven R, y muchos más que me olvido, y que espero me perdonen.
Los rostros de los niños, tal y como reflejan las imágenes de la compañera Marta Errea, reflejaban la autenticidad de los sentimientos, que iban desde la más rotunda felicidad, hasta el estupor más inocente, ante un espectáculo para ellos desconocido. Gran clima de solidaria participación, y todo el rockerio de Madrid unido por una acción loable. Una vez más, la cultura rock pone de manifiesto el aspecto humanista y solidario que se concentra, no solo en su música, sino en un manera de vivir que dignifica su carácter y su acerbo humano. Un trabajo que no tiene precio, y que posibilitó que esos niños sembraran un recuerdo imborrable en sus incipientes memorias. Agradecer todo ese trabajo y esa entrega a los voluntarios, a las personas que desinteresadamente, donaron los juguetes, y al esfuerzo de las mujeres y los hombres que han posibilitado que fuera una noche de magia e ilusión, para unos niños sumidos en la injusticia de una sociedad alienadora. Seguidamente, se rifó un bajo eléctrico que fue donado por Luisma Hernández, bajista de la banda San Telmo, y la fiesta continuó con David Dorta, y su show humorístico “The Metal Clown” poniendo fin a una velada de ilusión y de esperanza que todos recordaremos emocionadamente.
CHEMA GRANADOS
FOTOS: MARTA ERREA