Los madrileños Fostioner siguen creciendo imparablemente. Desde aquellos primeros conciertos en los albores de la primera década del 2000, donde la formación daba tumbos buscando la tan ansiada estabilidad que están consiguiendo consolidar, se puede percibir una marcada evolución tanto a nivel fónico como en la directriz ideológica y estética que definen a estos sarcásticos macarras. Si con su anterior trabajo homónimo de 2013 ya empezaban a demostrar su gusto por la mezcla entre el thrash y el death, con este “Chandal Defenders” podemos asegurar que Fostioner ha encontrado la fórmula que ya se deseaba cuajar desde años atrás. Nos presentan un trabajo en el que su esencia queda plasmada desde los primeros acordes, mejor dicho, incluso, desde los primeros samplers. Pues, además de presentarse como una respetable formación de metal extremo, su sarcasmo y sus toneladas de humor dejan patente que nos encontramos frente a una formación con grandes dosis de una identidad bien fija, donde rehúyen de todo estereotipo prefijado y destilan con honor y seriedad, su surrealismo crítico y punzante. A lo largo de las diez piezas que conforman su segundo trabajo, estos Fostioner nos invitarán a una cruda reflexión sobre diversos conflictos socioculturales, rehogados con grandes recursos auditivos extraídos de nuestro acerbo mediático más hilarante, proponiendo una sublime mezcla entre el hostión metafísico directo y la socarronería sarcástica más estimulante. Cuestiones como el aislamiento adolescente del más friki de los gamers, la sobreabundancia de la pornografía, el heteropatriarcado o la dominación de la comida basura, son hilados con finas puntadas de sabor gore y una fina ironía estética.
Así, desde el primer segundo, podremos calentar nuestras comisuras con el famosísimo discurso en inglés del ilustre Patascortas, ese gran maestro geopolítico creador de la Seguridad Social e instaurador de los pantanos en nuestra única, grande y libre patria. Y, sin más miramientos, adentrarnos en los avasalladores acordes thrash de “Nerdcromancer”, un corte que ya deja vislumbrar baterías en blast, esencia guitarrista de death melódico, junto con alternativos momentos más groove en ciertas etapas de cuerdas, así como los densos growls de Juancho. Un alegato a la necesidad de despertar a tantos adolescentes sumidos en un frikismo aislante perfectamente acompañado de caña burra, sin mayores tecnicismos. Le sigue una de las mejores piezas del redondo, “Pornocalipsis”, una pieza donde los juegos de plato de Arce y los tapping de Kocke hacen las delicias técnicas de un tema con gran sabor escandinavo, llegándome a recordar a sabores de Bloodbath, bajo una grotesca lírica donde la pornografía y el gore provocan una indescriptible sensación entre el desconcierto y la carcajada más enriquecedora. Sin duda, merece también mención el sampler final de esta canción, el cual preferimos no destripar y lo descubráis viendo el genial videoclip que tienen colgado en YouTube.
Tras esta maravilla, viene uno de los cortes más hilarantes de este trabajo, “Margaret Thrasher”, que, además de dar sentido a la imagen de portada, en la que podemos encontrar un guiño contra-maidenesco, nos ofrece una nueva imagen de la más ilustre malexterminada dirigente británica, en la que es convertida en toda una true metalera, asistiendo a todos los bolos posibles, engalanada con su ilustre chándal, a la vez que se la puede ver por Los Bajos de Argüelles o el Nightfall de Malasaña, repartiendo bofetones a todos los posers con camisetas de Metallica y cinturones de balas. Todo un alegato a las contradicciones que se producen en este curioso mundo del metalero.
Le sigue “Unholy Pandemonium”, el más oscuro de los temas, no ya sólo por su lírica acerca de una especie de imperio del inframundo, sino por su estructura más densa, con notas en redonda y tempos densos, compensados con drásticos cambios que recuerdan a la clásica melodía del black. Los cambios de riffs, que no de tempos, le otorgan un atractivo especial a esta pieza. Y viene, de nuevo, otra bofetada de humor al 200%. El corte que da título a este redondo, “Chándal Defenders” es una pieza chocante, que mezcla estribillos facilones, melodías con mayor carácter heavy, con una temática repleta de sarcasmo, que nos relata el día a día de un verdadero defensor del chándal metal.
Con “Terrorismo Fecal” llega el turno de presentar otra de las piezas claves e identificativas de esta banda. Una pieza rápida, de marcado carácter goregrind, donde en apenas cuarenta segundos y una intro en sampler desternillante, se nos ofrece una letra muy en la línea de su ya legendario “Profiteroles en los Cojones”. Ideal para dejar picueto al personal en directo.
Pero se recupera la seriedad la ironía más crítica en otra de las mejores piezas del disco. “Macho Madness”, un corte con una intro con notas abiertas y otro cierto sabor a melodía black. Buenos cambios de ritmo y variedad en los riffs, solapándose con una letra de lo más rica, donde la perspectiva de género heteropatriarcal es aplastada desde el mismo seno de la masculinidad, con frases tan férreas como: “Feminist! Our Enemies! Patriarchy is good as long as it benefits me!” Y sin bajarnos de la máquina de acribillar principios contemporáneos, llega “Taste of Death”, donde la crítica a la sobreabundancia y omnipresencia de la comida basura y la legendaria sentencia nietzscheana del “Somos lo que comemos”, se solapan con uno de los temas más clásicamente estructurados, con sabores a cromatismos heavy/thrash y ciertos momentos sincopados. Algo más repetitiva pero que, sin duda, merece la pena analizar en un par de escuchas.
Y la sorpresa final viene de la mano de la arriesgada apuesta por grabar el famoso “Gangrena” con Pupano, ese sarcástico personaje que apareció años atrás en “El Diario de Patricia” asegurando que su sueño era ser cantante heavy. Pues bien, estos madrileños tomaron nota de ello y se comprometieron a cumplir su sueño, llevando al estudio sus locas líricas junto con una pieza de claro corte death/black. Una pieza de minuto y medio que esconde una pista oculta, así que, ya sabéis, no dudéis en comprarles el disco y disfrutar de este trabajo lleno de contrastes, energía y grandes dosis de humor negro.
DANI ÁLAMO.