Sin duda alguna, el panorama del thrash metal nacional está viviendo una de sus mejores décadas. No sólo por la continuidad de viejas leyendas del thrash de los ochenta en nuevas formaciones, como muestran los bestiales Omission, la vuelta a las esencias más originarias de bandas que se mueven en el mundo del crossover, como es el caso de los incansables Soziedad Alkohólika o por la consagración de quienes llevan bien asentado el estandarte del thrash patrio, como buen ejemplo son los exitosos Angelus Apatrida. En la última década, hemos asistido al nacimiento de bandas jóvenes que se han ganado un más que respetable puesto en el abanico de formaciones thrashers dentro de nuestras fronteras. Así, no es para nada extraño comprobar cómo bandas del renombre de Crisix, Rancor, Vita Inmana o Unsouled, nos están ofreciendo obras de innegable calidad y se prodigan por los mejores festivales del país. Así que, sería un insulto imperdonable, pensar que ya contamos con un satisfactorio podio e ignorar la que espero sea una imparable saga de formaciones con la que seguir apostando por uno de los movimientos metaleros más comprometidos y combativos que se precien. De este modo, hoy tengo el honor de hacer llegar a vuestras manos, uno de los discos que no deben pasarse por alto. Stillnes es una formación fundada hace ya una década, que hasta este 2015 nos habían presentado su primer redondo, “Prisión del Miedo”, del año 2011; disco que les aupó dentro de la emergencia del thrash español y les permitió tocar con bandas de un más que respetable renombre. Así, tras cuatro años de espera y duro trabajo, donde hemos visto varios cambios en la formación, estos cuatro cañeros provenientes de Azuqueca y Alcalá de Henares, nos brindan hoy la ocasión de disfrutar de su segundo trabajo de estudio, este atronador “Sin Destino”, grabado en los Ultrasound Studios de Motia, nada más y nada menos que en nuestras vecinas tierras lusas. Sin duda, la discográfica Rock CD sabe reconocer a los buenos talentos, optando por ofrecer la oportunidad de demostrar que nuestras tierras tienen mucho más que hacer que copiar productos importados y repetitivos de otros países.
Stillnes es una de esas bandas que sabe administrar y sintetizar sus influencias, para ofrecernos un trabajo fresco e identitario, donde se harán imposibles las reminiscencias a otros sabores, pero que, sin embargo, no nos abrumará con la sensación de estar escuchando algo intrascendente o demasiado movido por los intereses modales. Así pues, quienes estén cansados de acumular esta actual deriva a sonidos djent y esa herencia estadounidense que hizo rebajar el componente identificativo del thrash europeo, va a encontrar en este “Sin Destino”, la pieza que andaba buscando. Se encontrará una amalgama de sabores que van desde el clásico thrash alemán, donde la rapidez y la variedad progresiva marca la norma a seguir, con los toques compositivos de la herencia heavy, en la que las melodías nos harán confirmar que la esencia de los ochenta y los noventa no han muerto, junto con ambientaciones y detalles técnicos tan propiamente españoles como el flamenco. Y para muestra, más que un botón. Ya que en el momento en que pulséis el botón del play, la “Introducción” os transportará a ambientes oníricos con vientos a caballo entre el sonido amerindio y el árabe, sobre la que comienza a vislumbrarse una progresiva distorsión que empalma con la durísima entrada de “Sin Destino”, homónimo corte, que, dicho sea de paso, está sirviendo a los azudenses como carta de presentación de este nuevo trabajo. Las redondas notas de las guitarras de Víctor Márquez y Jesús San José contrastan con la cruda y grave voz del bajista y vocalista (como manda en la clásica tendencia) Quique Moreno, en un registro más adaptado al estilo core-crossover, con una inconfundible y desgarrada marca semigutural. Los recursos percusivos de Bastián Rozas generan un delicioso equilibrio entre contundencia y rapidez, que permite mantenernos constantemente en movimiento, pero sin caer en la sobrecarga ni la excesiva linealidad. Es un corte plagado de falsetes e interludios árabes, con un sobrio punteo y una estructura sorprendente, que marca el parón cuando uno menos lo espera. “Obsesivo” nos ofrece un revival del sonido alemán de la mitad de carrera de Sodom, con un electrizante juego de agudos, pero que, a medida que se desarrolla el tema, percibiremos matices de la escuela heavy-thrash estadounidense, particularmente -desde la opinión de quien escribe- a los cromatismos de los californianos Megadeath. La armonía de los estribillos y pre-estribillos juegan en un contraste de tonos vocales y, para los amantes del doble pedal y el punteo ochentero que no acaba por abotagarnos, este es, sin duda, su tema referente. Curiosa, es también esta vez, la presencia de matices flamencos en las figuras finales del tema. Tras esta descarga de burra progresión, llega “Entre Ruinas”, que también presenta una similar estructura en su comienzo, esta vez introduciendo contrapúas melódicas de claro carácter thash-death europeo. Es el corte más rápido, donde la batería se mantiene más constante y nos ofrece un buen juego de detalles en los breaks y el uso de los platos. Igualmente, las guitarras juegan deliciosamente con alternancias de rasgueos y momentos de protagonismo, que permiten aportar los matices más detallados para adornar la circularidad estructural del corte.
Y si alguien echaba de menos la esencia flamenca, aquí viene “Divino Infierno”, un corte que, además de traernos a la memoria la trascendencia histórica de la “Divina Comedia” de Dante Alighieri, también nos ofrece la ocasión de asistir al tema más variado en lo que a la composición y el juego vocal se refiere, donde, por una parte, los cabalgueos y rasgueos se compaginan con acordes en redonda y, por otra, las voces intercalan los versos en las estrofas principales, para aportar mayor melodía en los estribillos. Tras un bajón que nos permite tomar aliento, nos sorprende un punteo de relajada velocidad y mucha esencia heavy europea, a la par que un brusco corte que nos recuerda a los momentos más inconfundibles de Pantera. Continúan su descarga de velocidad con “Guerra Pacífica”, uno de los temas en los que los coros ochenteros tienen mayor presencia. Una pieza llena de contundencia y velocidad, donde la ascendente crudeza se complementa con buenos detalles técnicos en cormatismos de guitarra y grandes contrastes de batería. Sin duda, puede ser el corte ideal para amantes de la esencia fulminante de bandas como Kreator o Dark Angel. El séptimo corte corresponde a su pieza instrumental, “Esperanza”, donde el comienzo al más puro estilo del heavy clásico y progresivo, va aportando un creciente peso de contundencia y distorsión, para acabar generando una deleitosa sensación circular. Pero, sin duda, el matiz más significativo de este tema, es la innegable reminiscencia a un pasaje de uno de los temas instrumentales de la gran primera etapa de Metallica. La cual, por supuesto, os invito a adivinar con una detallada escucha. Tras esta reflexiva y emocionante pieza, toca el turno de una versión. Esta vez, honrosa y sorprendentemente, se trata de la “Pesadilla Nuclear” de los legendarios Obús. Una imparable descarga de adrenalina, llena de velocidad, rabia y contundencia, que ya le hubiera gustado rubricar al mismísimo Paco Laguna. Sin duda alguna, no os dejará indiferentes. Finalmente, llega el turno de cerrar este disco con “Veneno y Gas”, una pieza en la que de nuevo percibiremos matices flamencos en las guitarras introductorias para, lunáticamente, descargar toda la rabia y velocidad al más puro estilo californiano de unos Death Angel o Sadus. Los estribillos también brillan por ese clásico coro punkarra, que nos recuerda a los mejores momentos de Anthrax. La debida pausa nos reconduce a la repetición de estructuras, acompañada por uno de los punteos más enriquecidos, que darán pie a una despedida con esas contrapúas del sonido Göteborg que tanto enriquecen los matices de este trabajo. En cuanto a sus letras -y el perfectamente hilado artwork, a cargo de Martín de Diego Sádaba-, es reconfortante comprobar que la reflexión política sobre un mundo sumido en conflictos armados e injusticias sociales, se mezclan con una profunda reflexión metafísica en la que la estética de un mundo post-apocalíptico, nos invita a reflexionar sobre la condición individualista y ególatra que impera en las relaciones humanas y la mentalidad de esta cultura Occidental. Así, los matices de un individuo perdido entre una sociedad huraña, insolidaria y atomizada, sirven como el más adecuado aliciente para la invitación a la reflexión. En resumen, una propuesta muy personal y elaborada que, sin duda, hará las delicias de los que degustan de la clásica esencia del thrash más laureado y que, a su vez, aporta detalles identitarios de una generación nutrida en los noventa y el comienzo del nuevo siglo. Así que, no tenéis excusas, ya estáis tardando en visitar sus espacios web y disfrutar con este completo, enriquecedor y estimulante “Sin Destino”.
DANI HALLER
TRACKLIST:
- Introducción
- Sin Destino
- Obsesivo
- Entre Ruinas
- Divino Infierno
- Guerra Pacífica
- Esperanza (Instrumental)
- Pesadilla Nuclear (Obús )
- Veneno y Gas
INTEGRANTES:
Víctor Márquez: Guitarra, coros
Bastián Guarda: Batería
Jesús San José: Guitarra, coros
Quique Moreno: Voz, bajo
LINKS:
https://www.facebook.com/stillnesband?ref=ts&fref=ts
https://www.youtube.com/channel/UCFIboqEjLQqPyhoA2Jhsmrw