Después de tres discos magistrales y un buen puñado de directos, Punto de Mira se cobijó en el silencio, y su carrera se detuvo en un impasse que muchos dieron por definitivo. Y en realidad, esto mismo parecía nueve años después de la publicación de su tercera entrega “Puerta De Salida”. Pero cuando el olvido ya era evidente, llega de súbito el rumor en los mentideros de la escena rock de Madrid de que Punto de Mira estaba grabando nuevo material. Para los que seguimos la estela de la formación desde sus comienzos, y hemos tenido el placer de verlos en directo y de apreciar sus discos, la noticia nos causó una honda emoción. Y el resultado no puede ser más alentador. El guitarrista Javier Mira, siempre en estado de gracia, junto a su compañero de fatigas Juan Olmos, a la sazón vocalista incombustible, se unen a Nacho Ortiz, otro genial guitarrista para dar forma a esta cuarta entrega de un proyecto que vuelve a resurgir de sus cenizas como el ave fénix. Aunque en esta ocasión yo diría más como Rara Avix, ya que el contenido del disco que nos ocupa posee muchos elementos que no estaban en anteriores trabajos.
El disco se ha registrado en Look Records Studios, a excepción de las líneas de voz grabadas en OlmoStudio. Producido por Javier Mira y JMB Producciones. Dicen que la experiencia es un grado, pero aquí la experiencia es una explosión de creatividad, donde miles de matices diferentes entran en combustión a lo largo de los 13 cortes que componen el disco, destellos inmensos de brillantez, de oscuridad, de armonías vocales y riffs que te ponen de punta el alma. Una producción muy cuidada, con coros que se empastan y suenan en armonía, solos increíbles y melodías brillantes. Toda la sabiduría de años reducida a una pequeña esencia que impregnan todas las canciones, con un minucioso destilado, y uno músicos que dominan su arte con maestría demostrada. Y lo mejor es que este disco, contiene trazas de heavy y hard rock a partes iguales, y muchos elementos nuevos que no habían entrado en concurso en anteriores trabajos. Un disco que emociona desde el minuto uno en que el riff de “La Sin Razón” comienza sonar doblegando nuestras emociones. Espacios delimitados por líneas de guitarras acústicas, melodías que vienen y van, y solos de guitarra intensos. Intensidad emocional como “Sudor A Local” donde expresan sus sentimientos sobre su carrera profesional, que mantiene el tipo con anteriores trabajos, o “La Gran Mentira” con una estructura muy diferente, y un concepto inédito, muy efectivo que sorprende. La parte melódica siempre emocionante, con la voz cálida de Juan Olmos en temas como “Versos Para Un Sueño” siempre es un obsequio para el alma. “El Más Importante” también es un tema singular, donde han dado una vuelta de tuerca a su manera de componer, al igual que “Reverse”, donde han investigado más allá de sus registros habituales. Una pasada. La sincronización entre los músicos es perfecta, y la manera en que han planteado este disco, me hace concebir la esperanza de que suponga el ascenso definitivo a la primera línea de de una banda que lo merece por derecho propio. Estos riffs, estas melodías, y esta aptitud compositiva merece un sitio de privilegio en el universo del rock. Enhorabuena.
CHEMA GRANADOS