Salvador Dominguez es uno de los músicos más esenciales de este país, un referente sin el cual, no puede entenderse la historia del rock y el heavy estatal. Su trayectoria es lustrosa, no solo en el campo de la composición musical, y por ser un genial instrumentista, sino que además, ha escrito libros de entidad, métodos de guitarra, y se ha convertido por derecho propio en una figura sólida y legendaria. Nacido entre Caracas y Miami, comenzó a tocar la guitarra a la edad de doce años, y en su haber están canciones tan relevantes como “Rocanrol Bumerang”, “La Ciudad De Neón”, “Banzai” y “Reina de la noche” que formaron parte del set list de Miguel Rios en su mítico disco grabado en directo “Rock And Rios”. Ha colaborado asimismo, en los discos de artistas tan disímiles como Extremoduro, La Frontera, Seguridad Social o Jaime Urrutia. A su labor como músico, hay que destacar su faceta docente impartiendo cursos y conferencias universitarias, aderezando todo esto, con la edición de libros considerados de culto por los especialistas, como “Psicópatas Del Mástil” o “A Toda Máquina”. Ha bebido de las fuentes del rock y del blues, y ha tocado por Europa, Estados Unidos y América Latina. En 1.982 formó Banzai, una de las bandas más celebradas del hard rock estatal, aunque se disolvieron en 1.984. En 2.013 Banzai reapareció con un concierto memorable en el Auditorio Parque de Aluche ante más de veinte mil personas. En 2.014 publica un EP titulado “Recuperemos La Ilusión” que precisamente, presentaba el pasado Jueves ante un nutrido público madrileño. Su forma de tocar la guitarra evoca a los grandes guitarristas de todos los tiempos, es sinuoso, visceral, y genial, y uno cae rendido, ante esa suerte de riffs demoledores y los solos de guitarra, que cautivan por su fuerza electrizante. Había mucha expectación ante su presencia en Madrid, y puedo dar fe que no defraudo lo más mínimo, y que la expectativas, se vieron superadas con creces.
La noche se abría con una banda madrileña que tiene dos discos en circulación, y que con una trayectoria breve, ha demostrado gran potencial que desprende, Sinestress. Su aleación consistente, a base de rock urbano, AOR y Hard Rock resulta cautivadora. Sonaron demoledores, compactos, y su puesta en escena resultó enfática. Aunque ya había tenido la ocasión de verlos en un par de ocasiones en directo, esta vez, pude apreciar que la banda ha dado un paso adelante muy sustancial. Ha destacar la voz de Chimo, muy personal, y dominando la escena con autoridad a base de corazón y un lenguaje gestual histriónico que ofrece credibilidad al conjuntos de canciones que presentaron ante el público. Las guitarras suenan sólidas, compactadas, y los colchones de teclados de Miki Gala abundan en la calidad del sonido. La base rítmica, cumpliendo su cometido, sustentan toda la ampulosidad del sonido. Desgranaron temas de sus dos discos publicados, con canciones como “Tu Y Yo”, “Reina De La Suerte”, Sobran Las Palabras”, “Atrapado En Tu Ambición”, la celebrada “Las Botas Gastadas” y otras como, “La Ciudad Del Miedo”, “Un Mundo Sin Ti” o “Años De Rock” con la que concluyeron su show, que resultó a ratos espectacular, y en ocasiones magistral.
Tras el cambio del backline, la figura espigada y peculiar del maestro surgió de entre un cumulo de humo viscoso. El público, reaccionó con un sonado aplauso, y los acordes de “Voy A Tu Ciudad” de Banzai comenzaron a sonar. A partir de ahí, nos estregamos al disfrute total, siendo absorbidos por el sonido espectacular y milimétrico de la banda sobre el entarimado, y como no, de las piruetas al borde del abismo de los punteos y los riffs de un Salvador Dominguez en plena forma. La banda la conforman músicos muy experimentados, que con la unión de sus respectivas genialidades ofrecen la cobertura ideal para que un genio de las seis cuerdas como Salvador Dominguez, se encuentre a gusto y arropado en escena. A saber: Jesús Arispoint al bajo (Def Con Dos), Kiki Tornado a la batería (Los Coronas, Def Con Dos, Sex Museum) Jorge Fontecha (Marshall Monroe, Babel) a la voz solista, y Lucía del Campo a los teclados (Javier Vargas Band, Joey Gilmore). Ofrecieron un show bien definido, dejando que la personalidad de Salvador Dominguez estuviera patente, pero trabajando en conjunto como banda, aunando su potencial, para encontrar el camino de la perfección. Tocaron temas de su nuevo disco, como “Recuperando La Ilusion”, “Rebeldes Sobre Ruedas” o “Cara A Cara”, aunque también hubo espacio para clásicos y viejos temas. Una actuación imponente, que demostró que Salvador Domínguez no se ha marchado nunca de la escena, y que su impronta, sigue vigente al paso del tiempo. Hubo momentos del show verdaderamente emocionantes, y tramos de delirio. Un concierto memorable, que quedará mimetizado de forma indeleble en nuestras memorias durante mucho tiempo, un placer inusitado al verlo de nuevo en los escenarios, y una reafirmación de toda esa calidad que atesora su genio creativo.
CHEMA GRANADOS