La reina del metal brilló sin piedad.
KHY el proyecto de Patricia Tapia (exNexx) presentó su nuevo disco titulado genéricamente “Génesis”. Este es un disco relumbrante, donde el metal se transforma en delicada sinfonía, y donde la sinfonía, se troca en acerada sucesión de riffs demoledores .Una combinación exótica acaso, pero que resulta excitante, así como subyugante. De cualquier manera, lo que es completamente verificable es el sonido tan elaborado con que han abrazado este proyecto, y que han ido mejorando y puliendo con el paso del tiempo. Un sonido muy profesional, y que reviste el resultado final, con un brillo muy particular. Ni que decir tiene que Patricia está en una forma excepcional, habida cuenta de que no ha parado junto a Mägo de Oz, y de que además, es una artista integral que no puede parar de tener actividad. Su voz se mantiene vigorosa, con musculo, pero asimismo, con el terciopelo electrizante de sus medios tonos, los graves grandilocuentes, y unos agudos que golpean como un látigo electrizante. A algunos les sonó a cachondeo una de mis crónicas del pasado, cuando dije de ella que era “la Monserrat Caballé del metal”. Seguro que no la han visto en directo, y han podido escuchar su voz en pleno auge. Era una metáfora, claro, comparativamente hablando, porque físicamente está claro que no se parecen en nada. Sin embargo, ambas poseen voces únicas y deslumbrantes, genio y arte.
Los murcianos Vacío fueron los encargados de abrir el show. Con la sala aún con media entrada, y un público algo remiso, abrieron fuego con su rock duro poderoso, bien elaborado y directo. Acaban de publicar un trabajo titulado “Océanos” que ha tenido una gran aceptación. Aunque su show en directo es algo sobrio y estático, sonaron con potencia, claridad e intensidad. Nos deleitaron con temas de su nuevo álbum, como “Utopía De Papel”, con la que abrieron, “Errores”, “Hazlo”, “Tu Silencio”, o “El Fuego Del Deseo”. Se afanaron por encontrar el espacio adecuado para comunicarse con el público, en especial en uno de sus mejores temas “Pedazos De Mi”, un tema que resume muy bien su mensaje y su planteamiento musical.
Una pantalla de led comenzó a vomitar imágenes, y los primeros acordes de “En Mis Sueños” comenzaron a sonar. Un colchón de teclados predominando, y luego, un riff en medio tiempo con toda la fuerza. Y ahí está ella, poderosa, cargada de adrenalina, escudriñando el escenario con su mirada hierática. Compruebo que la formación ha cambiado. Un guitarrista nuevo, Juan Sánchez, y la ausencia de Javi Sane al bajo. Siguen con “Frente A Frente” el tema que abre el nuevo disco. Ahora la sala está casi llena y el público hace piña en torno al escenario, jaleando cada estrofa y cada estribillo. Continuaron con “Vendiendo La Fe” de su anterior disco “Irrompible”. “Me Cuesta Respirar” de su nuevo disco, y “Nunca Más” de su primer trabajo “Volver A Creer”. Impresionante. La banda muy participativa en el escenario, complementándose unos a otros, buscando la emoción, el impulso, arropando el genio imposible de Patricia, que a medida que avanza el show sigue creciendo y creciendo. Siguen con el fuego granado, esta vez con “Nada Importa” de su nuevo disco, y después, “Cerca De La Rendición”, “Pequeñas Almas” y el cover “Wicked Game” de Chris Isaac. Gran despliegue de recursos, mucha fuerza, y un directo demoledor, que se iba tornando robusto a veces, y otra,s melodioso, con ínfulas de grandilocuencia. En el tramo final, “Miedo”, “Neckna”, “En El Nombre De Dios”, “Al Otro Lado Del Papel”, un cover de Anastacia, y por último, “En Mi Locura” uno de los temas que la hicieron popular con su primer trabajo. Bises, “Cuando Se Apague La Luz” que se funde con “Revolución”. Cae el telón de la noche, donde el sudor y el calor se funden en arpegios insondables, los aplausos, ese ritmo frenético de los corazones latiendo al unísono, y la cara de felicidad, rayana en el éxtasis, de una chica invidente junto a mí, que se agarraba al entarimado con fuerza, aun cantando cada estribillo, y seguro, que imaginando, dentro de su mundo de imágenes difusas, el color de aquella voz majestuosa. Grande, Patricia Tapia, y grandes los músicos que arropan su genio. Ellos han entendido como nadie, que este país necesita bandas como KHY que revolucionen el metal, y ellos, han dejado patente que han abierto un rumbo hacia el éxito.
CHEMA GRANADOS